- amor ¿entonces preferís mantecado o chocolate?- Preguntaba un hombre fornido que a plena vista daba miedo.
-los dos me van bien, pero quiero uno de chocolate - respondió sonriendo dándole un casto beso en la boca al hombre que se hallaba al lado suyo.
-como quiera mi pequeña- levantándose del banco en el que se encontraban -ya vengo, no tardaré - la miro por ultima vez y con una sonrisa que demostraba lo feliz que estaba en ese momento se fue al lugar donde vendían barquillas.
En ese tiempo en el que se alejaba aquel cuerpo musculoso, una cara que hace segundos en la presencia de aquel sujeto estaba feliz, ahora empezaba a en seriarse y fastidiarse - que idiota es este imbécil - fue lo primero que soltó una vez que se aseguro que no la oyera.
Sacando un teléfono de su bolsillo izquierdo del jean, tocando la pantalla táctil, marco el número directo de una persona, acercándose el móvil a la oreja escucho tres pitidos hasta que contestó una voz masculina.- ¿donde estás amor?- preguntaba con dulzura el personaje.
- con tu querido hijo - respondió sencillamente mientras se levantaba y empezaba a caminar por el lugar asegurándose de que no la escuchara garel.
- otra vez con el tonto de mi hijo... ¿lo prefieres más a el que a mi?- pregunto un poco molesto mientras en el fondo de la línea se escuchaban más voces.
- ¿sabes que te amo verdad?, no comencemos nuevamente con la conversación de quien es más importante que quien, sabes porque lo hago- poniendo voz un poco arrepentida y girando los ojos con fastidio pensando que aquellos dos hombres eran fastidiosos con respecto a los "te amos sinceros" que ella daba.
La verdad que los dos personajes estaban totalmente enamorados y habían entrado en la zona de estupideces en el nombre del amor. Marina ya los tenía comiendo de su mano.
- dentro de un rato terminare con tu hijo, nos vemos en el mismo lugar de siempre y ahora tengo que colgar-
escuchando solamente un ok amor colgó y se fue a sentar en la silla donde estaba hace minutos atrás ya que vio Garel a lo lejos.
-¿esperaste mucho?- pregunto este mientras le daba el helado y se sentaba a su lado
- no tonto, yo por ti espero, pero no lo hagas mucho porque si no me voy con otro- suelta mientras su mirada está atenta a la expresión de la persona que tenía de un lado, echándose a reír le acaricia el cabello.
- no lo harías- responde con seguridad mientras la ve con aprecio
-¿cuando haremos el amor? estoy lista- decía mientras le daba un lenguetazo sensual al helado.
- quiero primero comprar algo para vos... y se acabo el tema- le da un pico que a los momentos se convirtió en un beso apasionado, alejándose de ella, sus ojos lujuriosos se cruzan- estamos en el parque, caminemos y luego te llevo a casa- comenta relajadamente mientras se levanta primero.
agarrados de la mano se van alejando del lugar, lo que no sabía es Garel es que en ese momento la pareja que tenía en ese momento estaba maquinando el mejor plan para ella.
-La pase muy bien, gracias por traerme, estaré esperando...- le pica un ojo y con un beso se despide de su pareja y se baja de carro.
- te amo- la mira
- yo también- dice mientras sus dedos de atrás se cruzaban
- nos vemos mañana- se despide y se va, cuando mariana lo ve lo suficientemente lejos toma un taxi y se va a su próximo destino, mientras se acercaba a la casa que el padre de Garel le había comprado marco un número de teléfono y espero a que le contestarán.
-¿como vas preciosa?- fue lo primero que contestaron
- con la marea relajada esposo mio-
- así me gusta mi diabla-
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¿Sigueme O Te Sigo?
Romance¿ Qué se le hace cuando tu vida perfecta se va por el traste? realmente nada porque no se te da ni la oportunidad para ello ¿suerte? Luis quisiera tener aunque sea un poco de eso en su vida. Los problemas comenzaron tanto antes como después de la a...