capítulo 6

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La tensión podía romperse con una tijera hasta que no cortara, tal vez no debía haber echo eso, pero lo hecho, hecho estaba, mi saliva se resbalaba desde el pómulo izquierdo hasta el final de la mandíbula, me miraba tan fijamente que pensé que me mataba una y otra vez en su mente, con una fuerza extraordinaria (mataría el que me hiciera lo que acabo de hacer) y paciencia, saca una pañuelo de su bolsillo derecho y se limpia de forma rápida y eficaz.

- Creo que no nos estamos entendido tú y yo - me miro y como antes ya no mostraba esa sonrisa amigable que transmitía más de lo que era, un mafioso, mi piel se puso como piel de naranja, mi cuerpo se tensó y mi boca era una línea totalmente recta.

- tendremos unas lecciones para conocernos ¿ qué te parece? Divertido ¿verdad? - se acerco a mi poco a poco y di un traspié hacia atrás, ocasionando un sonido con la cadena.

- para - la habitación se inundo de aquella voz, carrasposa y profunda.

Al momento el hermano dejo de caminar pero sin dejar de verme con aquella expresión, mi cuerpo todavía estaba tenso pero no me permitía temblar, primero muerto que mostrar miedo ante alguien.

- hermano, te andaba buscando - respondió después de un rato el que acabo de escupir, su voz volvió hacer normal y agradable, su sonrisa surgió nuevamente y se voltió para abrazar al "Jefe".

Haciendo lo que pensaba lo abrazó y beso en el cachete de forma juguetona mientras aquel sujeto me veía fijamente a mi ahora.

¿Tendré algo en la cara?

Al momento de mirarme fijamente se alejo de su hermano sin decir nada, solo se acerco a mi a paso lento y felino mientras yo me volvía alejar de aquellos dos personajes, mi cuerpo volvió a tensarse aún más que la ves anterior y mi respiración empezaba acelerarse, camine hacia atrás otra vez hasta que la mesa se interpuso en mi camino, a los segundos lo tenia al frente de mi alzando la mano para tocar no sé donde,cosa, que tampoco me importaba en ese momento, todo mi cerebro,cuerpo,nervios, poros gritaban "ataque", eso fue lo que ocasiono el desborde del vaso, no sé porque lo hice, que me llevo a ello, en defensa, en que alucine, me anticipe estruendosamente... la cosa era que en un abrir y cerrar de ojos le había golpeado en la cara al magnate que antes de oler a " acabo de tener sexo " pasamos a " te matare " sacándole algo de sangre, rajuñando abajo de su ojo y un seguro moretón en el pómulo.

Ya me había hecho un dos en uno.

Todos quedamos en una especie de shock, nadie pensaba que accionara así, hasta yo me sorprendí un poco por el hecho.

Sin terminar de procesar absolutamente nada, me vi con un hombre encima de mi sobre la cama, observándome de una manera que no podía explicar a la vez que me agarraba el pelo que se acercaba a la nuca mientras me salia de la boca un quejido sorpresivo, sonrió.

- ¿ se te fue el habla ? - su aliento choco con parte de mi cara apretando aún más, cerré los ojos un momento y los volví abrir, con mis manos a los costados me prepare para un segundo ataque, cosa que no funciono porque afinco su codo en la costilla sacandome el aire completamente, dando bocadas para llenar mis pulmones, recibí otro golpe, tenía mucha más fuerza que yo, afincaba un poco y no me podía mover mucho de mi sitio, me inmovilizo las piernas y la mano derecha, mientras que con su mano izquierda seguía sosteniendome el cabello dejandome una mano libre como él.

- quitate de encima - gruño y me trato de mover, me lastimaba el brazo que tenia inmovilizado.

- mejor me voy, no quiero estar para cuando no te puedas parar - oí que venia de la puerta para que luego cerraban la misma.

- ya puedes hablar, que interesante - me sonrió - debemos poner unas cuantas reglas que en realidad llega hacer solo una ¿ quieres escuchar ? - sentí que aflojaba un poco el agarra atrás, cosa que aproveche para darle un cabezazo.

Un golpe en la costilla me hizo curvarme, luego otro, otro, otro, otro y otro no necesitaron que me agarra más, solo para prevenir, me ató las manos con una corbata, la cual tenia puesta.

Tenía la cara con varias marcas y sangre en el labio, mi cuerpo lo sentía pesado y cansado.

- ¿ preparado para otra ronda ? - le escupi mi sangre como pude, se le ensancho la sonrisa.

En este caso espere que me matará o algo peor, cosa que no vino ni la una ni la otra, sólo el sonido de una puerta cerrar que al rato se abrió para luego ver la silueta de aquel hombre, tenia la cara lavada y la camisa desabrochada junto con las mangas.

Sin prestarme nada de atención se termina de quitar la camisa, va hacia el closet, se cambia la camisa, busca un saco y se arregla completamente, sin más, solo sale de la habitación dejandome amarrado a la cama.





5 horas llevaba amarrado, entumecido y nada, ni un alma venia haber si ya había dado el ultimo suspiro.

Se abrió la puerta solo para ver aquel hombre, que sin prestan atención a nada en especial se fue asear para luego al terminar, prepararse la comida y sentarse en la TV, se fue cuando lo llamaron por teléfono.

Eran las diez y mi estómago gruñía bastante, no había probado desde que había llegado, sentía pesado los ojos pero obligándolos a mantenerse abiertos, se abrió la puerta.

Una chica baja de cabello rojo y baja se me acerca de modo lento.

- ¿ estas bien ? - se sienta para desamarrarme las manos, no respondo.- puedo sacarte de aquí ¿ puedes caminar ?- no hago nada aún - confía en mi - arrugo la frente, ella se ríe. - vamos - no se veía mala persona, además sentía que ya la había visto, me deje ayudar, no sentí que fuera mala persona.

Apoye mayormente mi peso con ella pero aun así la ayudaba a que literal no me arrastrara, estábamos yendo de modo lento pero constante hacia lo que suponía yo la salida, me preguntaba donde estaban los guardias y de porque me dejaba ayudar, pero ¿ qué tenía que perder ?... Como si me pudiera leer la mente, aquella desconocida me respondió que los había distraído solo por un momento, como no se esperaban esto de ella no habían tantos guardias.

Ya faltaba solo pasar un extremo de pasillo hasta que una voz proveniente de la puerta que era la ultima que me faltaba pasar para irme, me detuvo.

Como pude, me quede lo más cerca a la puerta mientras aquella mujer me hacia señas para irnos, no le preste atención.

- ¿Como esta él?- decía una voz femenina apaciguada por la puerta cerrada.

- ¿lo qué me deben ? - decía el jefe.

- pues lo tendrás, solo cuídalo, te lo daremos... - respondía mientras sonaba nerviosa, mi mandíbula aún con dolor empezaba hacer un perfecta "O" de la impresión.

- Usted y su esposo me lo dieron como garantía ¿ por qué tanta preocupación ? -

- si pero..-

- Ya vámonos ¿esta bien?-Decía una voz masculina bruscamente que me puso la piel de gallina.

- pero quiero verlo... -suplicaba, se escucho un golpe.

- no- grito aquel señor- nos vamos - en ese momento abrieron la puerta y los vi.

¿Padres?

La cara de mi mamá era un poema, hasta yo creo tenerla así, esto de verdad que era ... una sorpresa.

- ¿ ustedes ?- es lo único que pude articular, seguía sin creer lo que estaba al frente de mi.

¿Sigueme O Te Sigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora