Capítulo 4 - El Combo de Insector

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—Yugi, al fin llegamos —dijo Jonouchi mientras el barco se acercaba a la orilla.

—El Duelist Kingdom —exclamó su amigo como respuesta.  

El viento continuaba haciendo su labor mientras el transporte avanzaba entre unos cuantos archipiélagos. Un grupo de gaviotas sobrevolaban la zona siguiendo la trayectoria del crucero, a (T/n) le pareció casi como si les estuvieran dando la bienvenida. Una vez tocaron tierra firme, bajaron el ancla para que posteriormente un grupo de guaruras diera paso al descenso de los viajeros por una rampa metálica.

Así pues, los cinco descendieron del barco, luego de un pequeño incidente con su compañero castaño, Honda, cuando pasó junto a los guardaespaldas. Lo hizo dando pasos casi robóticos que por supuesto captaron la atención de uno de ellos. Cuando el hombre de traje negro le llamó, le dio un buen susto igual que a los demás, a excepción de (T/n), ya que por un momento pensaron que los habían descubierto. Resultó que simplemente lo calmó diciendo que debería relajarse un poco. Honda le agradeció y se alejó rápidamente. 

—Creí que mi corazón se detendría —exclamó con una mano en su pecho una vez que estuvieron a una buena distancia de aquellos hombres.

—Cielos eres más tímido de lo que pareces —respondió Anzu cruzada de brazos.

—¡Muy bien! —gritó entusiasmado Jonouchi. —Como sea ya tocamos puerto a salv- —un estornudo evitó que pudiera terminar su frase, el fluido casi cayó encima de Anzu.

—Perdón Jonouchi. Es mi culpa —dijo Yugi con rostro de preocupación.

—No te preocupes, Yugi. —le contestó el rubio con una sonrisa mientras limpiaba su nariz. —Pero el que no puede ser perdonado es el bastardo que tiró las preciadas cartas de tu abuelo —completó en un tono más serio mientras dirigía su mirada a un chico con lentes redondos amarillos y cabello corto color verde.

—Duelistas —uno de los hombres de traje negro llamó la atención de los presentes—, su lugar de reunión será la puerta de aquel castillo— dijo mientras señalaba tal lugar en la parte superior de una de las montañas.

—Ese es el castillo de Pegasus —mencionó el tricolor.

—¡Muy bien! Vamos —Jonouchi comenzó a caminar en dirección del edificio.

Cuando iban a la mitad de las largas escaleras de piedra ocre, (T/n) distinguió una figura con pantalón azul y suéter ligeramente amarillo, de cabello blanco, entre los árboles y arbustos que se encontraban a su izquierda. Ella se dispuso a seguir subiendo sin darle importancia por ahora, pero Anzu, quien también había notado la presencia, se detuvo para observar en su dirección, provocando que los muchachos también pararan.

—¿Qué ocurre, Anzu? —preguntó Yugi.

—Ví a Bakura por allí... —dijo la castaña de pelo corto mientras señalaba el lugar.

—¿Bakura? —Yugi cuestionó mientras él y los otros dos volteaban en dirección de la mano de Anzu.

—¿De nuevo? —dijo Honda, aunque no pudo ver nada.

—¿"De nuevo"? —repitió Jonouchi, obteniendo el mismo resultado que sus compañeros.

—¿Uh? ¿Desapareció? Supongo que sólo lo imaginé —dijo Anzu confundida.

—Vamos, andando —apresuró Jonouchi mientras reanudaban su andar.

(T/n) se quedó un poco atrás viendo por el rabillo de su ojo aquel sitio y observó como Bakura se asomó por detrás de uno de los árboles. Él no pareció darse cuenta de ello.

La octava llave - Duelist KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora