La octava llave - Duelist Kingdom

Capítulo 11 - ¡El Poder de la Amistad! Barbarian #1 y #2

El atardecer comenzaba ya su recorrido; el cielo estaba cubierto de tonos naranjas, amarillos y rojos, aunque el sol aún seguía en lo alto, justo por encima del centro de la isla. Los jóvenes habían decidido separarse para buscar a Mokuba en las zonas cercanas. (T/n) sabía que sería inútil, pero aún así hizo el intento y, luego de varios minutos con el resultado esperado, se dio por vencida y regresó con sus compañeros.

—Seguramente fue llevado al castillo de Pegasus —comentó Anzu.

—La única forma de entrar al Castillo de Pegasus es recolectar diez Star Chips —dijo Yugi mientras observaba dicho lugar, igual que los demás.

—Sí —concordó Jonouchi.

El rubio notó algo en el piso que llamó su atención, debajo de Honda.

—¡Encontré algunas cartas! —exclamó al tiempo que se agachaba para recogerlas.

—¡Esas son mías! —contestó el castaño y se puso en cuclillas junto al rubio.

—¿Eh? ¿Tú también juegas Duelo de Monstruos, Honda-kun? —le preguntó Yugi.

—Sí —contestó luego de arrebatarle una de las cartas a Jonouchi—, llegué a interesarme en él, así que compre algunas cartas y entonces las traje conmigo.

—Esto es... —El chico de cabello amarillo tomó otra de las cartas en el suelo.

—¿Qué es eso, Jonouchi-kun? —cuestionó el tricolor.

—¿Barbarian? —Se puso de pie mientras leía el nombre y sacó su mazo—. Creo que vi algo parecido a esto... —Pasó los naipes hasta que halló lo que buscaba— ¡Ésta! ¿Número uno y número dos? Tener a los dos sería bueno. ¡Muy bien! Es un dolor tener esta carta pero voy a mantenerla.

—¿Quién te la dio? —reclamó Honda molesto.

—Está bien, ¿no? No la vas a utilizar de todos modos.

—Bueno... no puedo evitarlo. Te presto esta carta por un tiempo.

—De verdad... es un gran dúo —dijo Anzu en un tono burlón— Idiota número uno e idiota número dos, ¿no?

Yugi y (T/n) se empezaron a reír por lo bajo, con la manos sobre sus bocas. Los otros dos los vieron, algo enfadados. 

—¡Yugi! ¡(T/n)! —dijeron al unísono.

—Lo siento —contestaron ambos de la misma forma.

Continuaron andando en busca de oponentes para que Jonouchi consiguiera más Star Chips, ya que solamente contaba con dos desde su Duelo contra Mai.

—Esas personas de allá no se ven muy fuertes —comentó Anzu—, son adecuados para Jonouchi, ¿verdad?

—¿Qué?

—No, no —contestó Honda ignorando a Jonouchi—. Haga se veía débil, pero realmente era fuerte.

—Tienes razón —siguió la castaña—. Ah, pero no creo que haya alguien en esta isla que sea más débil que Jonouchi.

—Eso es verdad también.

Yugi empezó a reírse de nuevo, aunque esta vez sin (T/n), quien observó al rubio. Se notaba que sus comentarios lo estaban molestando bastante, tal vez se estaban sobrepasando.

—¡Idiotas! —exclamó el rubio al fin, saltando delante de los demás— ¡Se han estado riendo de mí por horas!

De pronto una risotada se escuchó detrás de él, con un tono chillón.

—E-Esta estridente voz es de... —Se dio la vuelta.

—Nos encontramos de nuevo, Jonouchi.