Nueve horas habían pasado ya desde el inicio del torneo; doce de los cuarenta participantes ya habían sido descalificados. El grupo continuaba recorriendo la isla, esta vez por una de las partes centrales.
—Kajiki Riota, ¿eh? —dijo Jonouchi— Él es la clase de chico que no puedes odiar.
—Todos los duelistas que han venido tienen grandes sueños y esperanzas —comentó Anzu.
—Sí —Esta vez habló Yugi—. Al igual que nosotros, ellos también tienen sus responsabilidades.
—¿Responsabilidades? —Un recuerdo de su hermana le llegó a la mente al rubio, y lo hizo sonreír—. Es cierto.
(T/n) se contagió de su felicidad al verlo, ya que sabía lo que estaba pensando, aunque sus labios curvados cambiaron cuando se escucharon gritos a lo lejos, alertándola a ella y a los demás.
—¿Qué ha sido eso? —cuestionó Honda.
—¡Que alguien me ayude! ¡Suéltame! ¡Alguien, ayúdeme por favor!
El grupo corrió hacia la voz que pedía auxilio, hasta que divisaron a un hombre de traje sosteniendo a un muchacho de cabello café, ambos de espaldas a ellos. El chico tenía puesto un guante, lo que lo catalogaba como Duelista.
—¡Espera un momento! —gritó Honda, mientas corría para derribar al guardaespaldas que se giró al escucharlo.
El hombre soltó al chico cuando Honda lo tomó por el brazo y lo levantó para arrojarlo al piso. Cuando Honda creyó que lo había logrado, el guarura retomó su balance y dio un salto para contraatacar con una patada en su espalda, haciéndolo caer. Una vez hecho eso, el hombre de traje volvió a agarrar al Duelista, quien trató de correr en vano.
—¡Espera! —llamó su atención Jonouchi— ¡No te lo perdonaré!
—¡No le hagas daño! —dijo Yugi.
—Sería para su mejor interés si no se meten en este asunto —El hombre con lentes oscuros se volteó hacia ellos—. Este niño perdió todas sus Star Chips.
—¡No se me perdieron! —intervino el chico de camisa rosa y chaleco verde— ¡Fueron robadas! ¡Mis Star Chips y mis cartas!
—Sea cual sea la razón, aquellos que no tengan estrellas deben abandonar la isla —contestó el guardaespaldas y se dio vuelta para alejarse con él—. Esas son las reglas. Date por vencido de una vez.
(T/n) se acercó a su compañero para ayudarlo a levantarse, Honda aceptó su ayuda a pesar de encontrarse molesto por no poder detenerlo.
Todos decidieron seguirlos para ayudar al muchacho. Vieron un pequeño muelle de concreto donde se encontraban tres guaruras, incluyendo al de antes, y un bote en el agua con cuatro Duelistas a bordo, entre ellos Insector Haga y el chico de chaleco verde.
—¡Oye, tú! —gritó Yugi mientras se aproximaban a ellos— ¿Cómo era la persona que te robó las Star Chips? —terminó una vez estuvieron cerca.
—No pude verle la cara porque la llevaba cubierta con un pañuelo —respondió el chico algo triste—. Apareció de la nada y me retó a un Duelo.
—¿En la Arena de Duelos de la Pradera de hace poco? —preguntó Yugi.
—Sí. ¡Me robó en cuanto puse las Star Chips y mi mazo en el tablero y desapareció en seguida!
—Buscaremos al culpable —aseguró el tricolor—. Espera aquí hasta entonces.
—Este bote partirá en 30 minutos —Se interpuso el hombre de antes, con los brazos cruzados—. Ese es el tiempo límite, ¿lo entienden?
—¡Definitivamente lo encontraremos! —garantizó Anzu.
ESTÁS LEYENDO
La octava llave - Duelist Kingdom
Fanfiction¿Quién no ha soñado alguna vez con entrar a su show favorito? Todos piensan lo divertido que sería conocer a sus personajes favoritos y pasar tiempo con ellos. Esta es la historia de (T/n), una joven de 16 años que de algún modo terminó en el mundo...