La matrícula.

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Emanuel se quedó conmigo todo el día, hasta salimos a andar un rato en su motocicleta, después de dar algunas vueltas me llevó a uno de los restaurantes de su familia, era muy elegante y estaba un grupo de violinistas, un chelista y un pianista en el centro del restaurante, tocaban tan genial y el piano era negro, super elegante, me invitó a almorzar y mientras esperábamos los platos, me tomó de las manos y en ese momento llegó el grupo de violinistas a la mesa mientras los del chelo y el piano tocaban desde el centro, sacando una caja cuadrada roja, me la dio, en ella habían un par de anillos de oro, yo lo volví a ver y él dijo - se que parece que si fuera boda, pero quiero que sea algo que nos diferencie, que algo físico nos una, que sepan que eres mío y yo soy tuyo, que somos uno solo, Miguel quieres ser mi novio? - eso me tomó de demasiada sorpresa, no lo esperaba, así que en mi salió una pequeña risa nerviosa, y entonces lo volví a ver y le dije - si, si quiero ser tu novio! No quería aceptarlo, pero creo que estoy enamorado de ti, eres perfecto, te quiero Emanuel! - en ese momento el tomó el anillo y me lo puso dándome un beso en la mano y luego yo se lo puse a él, la mesa era pequeña así que nos alcanzaba para darnos un largo y apasionado beso, en el podía sentir su amor. Después del beso, el grupo se fue y una mesera llegó con un ramo de rosas blancas, eran mis favoritas y Emanuel lo sabía, así que le di otro beso, sus besos eran tan buenos, nunca me cansaria de darle besos, luego estuvimos hablando como siempre, para mi lo principal en una relación es que se sientan mejores amigos, no que ya tengas que portarte de otra manera no me gusta, así que reíamos y todo, luego de almorzar salimos a dar una vuelta en un parque de grandes árboles, así que nos sentamos bajo uno de esos árboles y ahí cayó en mi la siguiente pregunta, cómo voy a llegar hasta la universidad, tengo tiempo antes del viernes para matricularme? Emanuel me dijo que no me preocupara, que nos fuéramos en avión así llegaríamos rápido, pero le expliqué que jamás íbamos a pagar un vuelo para mi mamá y yo, así que el me dijo que él nos lo pagaba, pero eso ya era mucho, así que me negué y él insistía, así que me dijo que si no se enojaba conmigo y además me dijo algo que me tomó por sorpresa - tranquilo amor, además también voy a ir acompañandote, por que también voy para esa universidad y también tengo que irme a matricular - yo lo abracé y me le tiré encima mientras gritaba, iba a estar con mi novio en la misma universidad, y entonces acepté y antes de que empezara el ocaso, me llevó a un pequeño cerro donde se veía estupendo el atardecer, ahí me abrazó y me dijo - Te quiero mi Miguel, te quiero mucho mucho - yo le dije - igual te quiero, mi amor - nos dimos un beso tan apasionado y después del beso nos abrazamos, cuando oscureció le pedí que fuera a mi casa y le contaramos juntos a mis padres que ya éramos novios y el aceptó.

Ya cuando llegamos estaba mi padre en casa y mi mamá también así que los llamé, y estando en la sala les enseñamos los anillos y él les dijo - bueno señora y señor, espero que me den la oportunidad de decirles suegros por que yo estaría encantado, su hijo y yo somos novios - ellos gritaron y nos abrazaron luego mi padre lo abrazó como loco a Emanuel y le pidió que me tenía que tratar bien o que si no él se desquitaria, pero yo lo regañe por estar diciéndole esas cosas y mi madre dijo que ella haría una gran cena para celebrar pero en ese momento Emanuel les dijo que mejor él nos invitaba a todos a uno de los restaurantes del papá y que así lo conocerán por que hoy estaba en la ciudad, eso si me iba a matar, que vergüenza conocer a mi suegro, y entonces todos nos vestimos para ir de noche, mis padres iban en el auto y yo iba con Emanuel en la motocicleta.

La noche fue espectacular, cuando me tocó saludar a mi suegro casi me da un infarto, Emanuel me presentó como su novio, el señor me dio la mano y estuvo hablando un rato conmigo y me dijo que le había caído muy bien, eso fue un alivio.
La comida estaba deliciosa, el poder estar junto a alguien que me enorgullece decir que es mi novio, las dos familias unidas, riendo, era algo genial que no cambiaría y en eso mismo momento el padre de Emanuel, Delko, les dijo que nos invitaba a la cena y mis padres un poco avergonzados al final aceptaron, para luego Emanuel decir lo de la universidad y que él nos pagaría a mi madre y a mi, su padre lo felicitó por dar todo por su novio, y me dijo que no era por que fuera su hijo pero era un gran chico.

Cuando nos despedimos fue algo tan lindo, el me decía que me quería y me daba muchos besos por toda la cara y cuello, de verdad es alguien que cualquiera deseara de novio.

Al día siguiente nos fuimos temprano para el aeropuerto, y cuando llegamos nos dirigimos directamente a la universidad, estaba realmente llena, había tanta gente, muchos que se le quedaban viendo a mi novio así que lo abracé y él me beso y me dijo al oído que no me pusiera celoso me sonrojé y el rió para luego darnos un beso, y es que la verdad era que yo soy alguien que defiendo lo mío, y con el beso muchos dejaron de verlo, así seguimos la fila para matricular, dije mi nombre y con eso no me cobraron la matrícula pero por otra parte Emanuel pagaba €50, de verdad era una universidad muy costosa.
Cuando por fin me dieron una colilla con mi nombre en la que afirmaba mi matrícula para adquirir mis libros, mientras a Manuel solo le dieron una de la matrícula sin nombre.
Después de salir de la fila lo abracé y el me alzó estando abrazados, estaríamos en la misma universidad.

Nos dimos unas vueltas por los alrrededores de la universidad, me dijo que su padre compraría un apartamento para que él y yo vivieramos juntos, eso me sonrojó, que podría ser de nosotros viviendo juntos, sería tan lindo desde ya como una familia, mi madre nos dijo que ojalá nos fuera muy bien en todos nuestros proyectos y nos abrazó, ella es tan linda, yo la amo demasiado.

Estuvimos todo el día viendo apartamentos pero hubo uno que nos gustó a los dos, y ese sería el que comprarían para venirnos juntos, luego nos regresamos a nuestra ciudad.

Todo era felicidad y facilidad por el lado de Miguel, mientras que Enrique vivía todo lo contrario.

Cuando se nos pasó la emoción por la carta, nuestra preocupación fue mayor, cómo íbamos a ir hasta la universidad si por lo menos le alcanzó para pagar el alquiler, no le va alcanzar para irnos en bus como mínimo.
Después de un poco pensar mi madre le contó a mis hermanos la situación y les pidió dinero prestado, ellos no dudaron en darselo, pero cómo iba a hacer mi madre para pagarles? Todo en la vida es dinero, dinero y más dinero, maldita sea, si el dinero fuera lo que tuviera de sobra, sería mi vida tan distinta.

También les pidió que cuidaran a mis hermanos y también accedieron, quedamos de salir temprano de mi casa, ya que en bus se tardaba más de un día. Al día siguiente salí cuando aún no amanecía, y fue de tomar un bus tras otro, durante todo el día, cuando nos tomó la noche y nos quedamos a dormir en una de las estaciones de bus, hacia frío, mi madre sentada y yo acostado en sus piernas, si apenas pudimos dormir. A la mañana siguiente continuamos con el último bus, y cuando por fin llegamos no lo podía creer, era extremadamente enorme el campus, e hicimos fila para poder matricularme.

Después de darme la colilla con mi nombre, mi madre lloraba, estaba orgullosa de ver que ya estaba en la mejor universidad, me pidieron que tenía que buscar un apartamento cercano, que no se excediera de los €200, o si era mayor el costo tenía que compartir con otro becado, de manera que saliera dividido entre los que estén el costo de cada uno, así que nos fuimos a ver algunos que pudieran funcionar. Había uno que se ajustaba al presupuesto pero era muy pequeño, pero creo que para mi solo no sería problema así que ese sería en el que me quedaría, un poco despintado pero no importaba, lógico me hubiera encantado esos que son como una casa, elegantes y bonitos, pero esos se elevaban a más de €1500, una vez elegido tenía que devolverme a dar la dirección del lugar para que ellos hicieran el contrato con los dueños del apartamento.

Nos compramos un café y unas galletas para los dos y nos tomamos la mitad cada uno, con eso teníamos que pasar otro día y medio de ida, no teníamos para gastar mucho en comida. Después del pequeño almuerzo nos fuimos a la estación y tomamos el bus.
Todo fue igual, dormir ahí, con hambre, frío y esperar hasta el día siguiente.

Amaneció y seguimos con nuestro viaje camino a casa, esto cansaba tanto pero era algo que estaba contento de pasar ya que era por mi futuro, algún día voy a tener bastante dinero, tendré un auto y mi propio negocio, yo lo sé. Llegamos hasta el jueves en la noche, de suerte a mi madre le dieron tiempo para acompañarme, pero ya mañana en la mañana tenía que ir a trabajar, pobre está realmente cansada.

Ambos entrarían en enero, una semana antes de la entrada regular tenían que estar en la universidad para confirmar la estadía, los libros, materiales, entre otros.
Esto sería un nuevo mundo para los dos, debían irse de sus casas, iniciar otras vidas, aprender a vivir como universitarios y muchas cosas más.

El precio del negocio - gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora