Otro mundo.

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Ya al pasar toda la emoción del nuevo ingreso tuve que quedarme en uno de los apartamentos del campus, son hermosos pero hay que compartir y eso si no soy muy bueno, así que prefiero mi lugar despintado y poder estar solo que no aquí.
Mis compañeros de cuarto por estos días serían hombres, estuvimos hablando y conociendonos un poco, me contaron de sus novias y todas sus experiencias sexuales, yo por mi lado les dije de mi homosexualidad, no me rechazaron pero si no seguieron como antes.

No quice saber mucho de ellos, no soy alguien que le gusta hacer muchos amigos, además no sería más de tres días aquí y no me hace falta conocerlos.
Todos los días revisaba en las pantallas si habían depositado y fue hasta el viernes en la tarde que ya me había depositado, así que fui directo a recoger mis cosas, me despedí de aquellos hombres y fui al nuevo apartamento.

Hasta el momento lo que me había gustado de la universidad es el campus, los nuevos conocimientos, y también un chico que vi el día que debíamos hacer nuestro horario, era muy guapo, de piel blanca, castaño, de ojos azules, tenía grandes piernas y trasero, pero para mi desgracia, tenía novio.
Su novio era más alto que él y de expresión dura, que mataría a quien se atreviera tocar a su novio, en un momento ese chico y yo unimos nuestras miradas, él me miró por un tiempo hasta que la apartó y en ese momento su novio me notó y me miró con una expresión más dura aún, no soy alguien miedoso pero ese hombre si era alguien que causaba miedo y además no soy capaz de meterme en una relación.

Creí que nunca más lo volvería a ver o por lo menos no sería frecuente, pero por mi sorpresa estaba en la facultad de ingeniería haciendo su horario, quién sabe cual será su carrera, pero eso me hacia pensar en que tal vez hasta compañero de clase seríamos, bueno hasta el momento no, si coincidimos en muchas materias pero no el horario, lo sé por que me lo he topado varias veces, pero él ni nota mi presencia, hay algo de él que me llama, no sé que es, pero siempre tengo que verlo o voltear a ver sin querer a donde está él.

Hasta en la cafetería de la universidad lo he visto, pero siempre con su novio, son felices y se nota que poseen dinero, tiene mucha ropa de marca, se ven muy felices compartiendo juntos, si tan solo me pasara a mi.

Tengo demasiada hambre hoy, así que llego temprano a la cafetería y comienzo mi almuerzo, veo como se acerca aquel muchacho con su novio, no se sientan muy largo de mi, durante todo el almuerzo los he estado viendo y se levantan más rápido que yo aún pero, un momento, tienen un anillo de oro en su dedo anular? Están casados? Definitivamente debo deshacerme de la idea de que podría pasar algo entre él y yo.

Gracias a ese anillo logré despistarme un poco del chico y veo hacia otro lugar, para toparme con otro chico que me mira a mi, era macho y de piel blanca, no tan guapo como el otro, se veía más flaco, pero cuando lo vi se puso rojo y me sonrió, a veces en la vida estamos solos por que nosotros mismos nos segamos.
Aprovecho que está solo y a mi me falta un poco del almuerzo y me voy a sentar a su lado.

-Hola, me puedo sentar contigo?- él asintió y cuando me senté le tendí mi mano y le dije -un gusto, soy Enrique Geordano. - él me dio la mano y me dijo -el gusto es mío, soy Ángel Passolini - ahí nos quedamos hablando un rato y no era alguien que quería como novio, no cumplía mis expectativas como para pareja, pero por lo menos para un revolcón si funciona.

Creo que él también buscaba lo mismo, quedamos en que nos veríamos a la salida del campus a las 3 y ya después veríamos a donde irnos.
Llegó las 3 y yo salía a esa precisa hora así que estaba esperándome, lo saludé y le dije que caminaramos un rato y así fue, yo no tengo dinero así que fui astuto y le dije al frente de mi habitación - aquí está mi apartamento, un poco despintado pero ven, entra - él sonrió y entró conforme yo abría la puerta, le dije que se pusiera cómodo y así fue.
Hablamos otro rato, y yo me acerqué y ya estando a escasos centímetros de su boca, él quitó la distancia uniendo nuestros labios, yo aproveché y tomé su miembro por en cima del pantalón y él soltó un gemido, para después él tomara el mío y con eso fue el inicio de una rica noche, lo hicimos en muchas posiciones, fue bueno pero tenía un miembro muy pequeño, así que no fue como esperaba.

El precio del negocio - gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora