Diferente.

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Mientras Miguel se daba el reencuentro con su familia, en otro punto del país se encontraba Enrique vuelto loco desde meses atrás buscándolo, no sabía nada de él, preguntaba a casi todo lugar donde iba mas nunca le daban respuesta.
- ¿Miguel dónde estarás? Necesito saber, tengo algo muy importante que decirte.- dijo Enrique en medio del llanto y se colocaba las manos en la cara, mientras se sentaba en una banca en el parque, donde más bien meses atrás el chico castaño dormía ahí.

A los chicos universitarios les faltaba un semestre para graduarse, Enrique quería invitar a Miguel a su graduación, y aparte de eso, quería hablar con él de algo que le tenía ahogado el corazón.
Fue cuando Enrique piensa lo peor, que esté muerto, no lo soportaría, él lo quiere demasiado, el poco tiempo que compartieron le bastó para darse cuenta de lo maravilloso que era Miguel.

No solo Enrique estaba buscándolo, Emanuel aún seguía enamorado de él y estaría dispuesto a perdonarlo por poder tenerlo a su lado.
Emanuel había caído en una pequeña depresión los primeros días, fue unas semanas después cuando pensó en que tal vez era una prueba para ver que tan grande es el amor por él, y ahí fue cuando quiso llamarlo pero ya no entraba la llamada.

Eso pasaba a los alrrededores de la universidad, mientras que en casa de Miguel, toda la emoción pasó y debían enfrentar la realidad.
- hay un tema pendiente- inició la madre -tu padre me contó sobre lo sucedido ayer, sabíamos que esto alguna vez iba a pasar, y sé que tienes unas grandes preguntas en tu cabeza, pero sé que la principal es si tu padre es gay, y si, si lo es, él y yo llegamos al acuerdo de procrearte, él siempre fue mi mejor amigo y él quería tener un hijo, quedamos en formar una familia, pero no podíamos enamorarnos de nadie, de ahí es cuando tu padre asiste a estos bares y bueno pues de vez en cuando asisto a los míos - pauso la madre - te lo digo así por que no eres un niño, y quiero que sepas toda la verdad, siempre seguiremos acá, estamos para apoyarte y bueno si quieres hablar sobre algo, haslo - en ese momento recordé todas la preguntas que tuve ayer y ya las había respondido sin formularlas, en realidad no me lo esperaba, pero ya se me empezó a pasar lo sorprendido, y pedí que dejáramos el tema ahí, y todos nos abrazamos y empezamos a llorar de la emoción, a la vez que mi padre dijo - yo cocino, que quieren desayunar? - y así todos nos secamos las lágrimas, en ese momento Carina maulló, y mis padres vieron quien era el causante del sonido, - y este gato? - preguntó mi padre sorprendido sacandola de su jaula - es una larga historia, pero si es alguien que me ha acompañado siempre, vamos a desayunar y ahí les cuento, es que tengo hambre- y todos reímos y llevamos a Carina con nosotros.

Mientras todo esto pasa, Emanuel, quien estaba solo en su casa universitaria, lloraba con las mismas fuerzas y con el mismo dolor desde el primero día en que Miguel lo dejó.

"Miguel te amo, te amo!, porqué me dejaste?" lo repito una y otra veces, nada de esto lo esperaba, jamás pensé amar tanto a alguien, pero simplemente llegó el mejor hombre a mi vida, lo amé y lo amo aún, pero ya no está, ahora no sé ni su número, no sé donde estará o si por lo menos está vivo, sé que es lo peor y creo que el no saber nada de él es lo que más me destroza.

Mi padre ha estado preguntando a los padres de Miguel si saben algo, pero están realmente preocupados, ellos tampoco saben nada, dicen que solo de una noche a la mañana no volvió a llamarlos, ya fueron hasta el sistema de investigación nacional para iniciar una búsqueda y por nuestro lado, mi padre contrató a detectives privados y en conjunto lo están buscando, pero han pasado meses de meses y no se ha encontrado ni un pelo de él.

Estoy a un semestre de graduarme, si he separado mi depresión emocional con el estudio, y siendo más bien el estudio lo que más me aleja de pensar en él, además de pasar todo mi tiempo libre el gimnasio o corriendo por las calles.
Por otro lado, el ir de compras me recuerda a él, aquellas veces que fuimos era lo mejor del mundo, el discutir por algo o las risas de él en el supermercado, nada de eso estaba ahora, todo era sin ese brillo que le daba Miguel.

El precio del negocio - gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora