Hasta cuándo?

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Llevo dos meses estando en la universidad, muchas clases me han costado demasiado, pero por dicha logro tener el promedio mayor a noventa.
Aún recuerdo aquel día en el que hice mi horario y vi aquel chico moreno muy guapo, que algo de él me llamaba la atención, y no solo por eso lo recuerdo, sino que a donde él esté tengo que volver a ver, es una fuerza muy extraña, cuando nos topamos frente a los salones me hago que no lo veo, pero en realidad me pongo muy nervioso y cuando está cerca de mi siento una vibración en mi y ya con eso sé que está cerca.

He vivido muy feliz con mi novio y Carina, somos como una familia completa y firme.
Ya saqué mi licencia, pasamos yendo a diferentes lugares, hemos ido a grandes restaurantes, también a los de su familia.

Llevamos ya dos años de carrera y nuestra relación es sólida y perfecta, él me compra muchas cosas, me deja bien en el sexo, no puedo pedir nada más, bueno tal vez algo más, pero es algo que siento casi desde los primeros días viviendo juntos.
Es muy posesivo sobre mi, he tenido que parar dos peleas, una por que un compañero vino a la casa a terminar un trabajo de cálculo I, mientras él estaba aún en la universidad, cuando llegó fue como soltar un toro, lo hizo sacado de la casa, y casi le pega, mi compañero desde ahí no me quiere hablar ni en clase, es que cualquiera que viera la cara de mi novio en ese momento podría morirse solo del susto.
Otra vez fue la más vergonzosa, en un parqueo de uno de los restaurantes a los que íbamos, un excompañero de la escuela me vio, me tiró un beso y me guiñó el ojo para despedirnos y eso fue de ver a Emanuel gritarle muchas palabras muy feas e intentó irsele encima solo que yo lo detuve, él no le hizo caso y se fue rápido, lógico después venía mis reclamos y mi enojo y lo que decía, que no me gusta por cierto, es -usted es mío! Nadie tiene por qué coquetearle, o es que le gusta que le coqueteen? - ya después me pedía perdón, yo lo terminaba perdonando y teníamos relaciones.

Bueno también no todo son buenas noticias, este cuatrimestre perdí "puentes" y con eso perdí mi beca, casi muero, hasta que mi suegro se dio cuenta y me dijo que cubriría mi carrera, yo casi muero de la felicidad, es muy muy amable, también Emanuel lo que hizo fue pagarle a mi profesor por con tal de que me pasara, y así fue.

A aquel muchacho moreno sigo viendolo en todo lugar, no puedo creerlo y aún no sé ni su nombre.
Hoy ya son cuatro años de carrera me falta poco para completar la carrera, ya tengo un buen nivel de conocimientos.
Ya gracias a eso tengo que matricular "química de los materiales" el primer día de esa clase tengo la necesidad de volver a ver a la puerta y en ese momento veo al chico moreno entrar, nuestras miradas se unieron, yo temblaba y sudaba mucho, él va directo a la mesa en la que estoy ya que son mesas de dos campos, me puse tan pero tan nervioso pero a él lo veía como si entrara a cualquier clase.

Eso es lo que Miguel creía, pero Enrique estaba más que emocionado de poder toparse con él, lo que había deseado hace más de cuatro años, aquellos chicos estaban muy guapos, ya habían madurado más en muchas cosas y ahora no sabían el porqué se ponían así cuando se observaban.

Después de que veo al chico acomodarse en su campo, mientras yo estoy en mi Facebook pero sin saber nada, siemplemente pasaba las fotos sin saber que ver, mientras siento como la mirada del chico en mi y mis nervios aumentan y con ellos los latidos de mi corazón también. Esto jamás lo sentí con nadie, nunca en mi vida, me distraigo con una mano frente a mi - Hola, mucho gusto!. Soy Enrique Geordano - lo vuelvo a ver y me le quedo viendo a los ojos sin poder reaccionar hasta que veo la mano y la tomo rápidamente y le digo con la voz quebrada - Ho..hola, el gus..to es mío. Soy Miguel Moretti.- él me sonríe y esa coneccion entre manos fluye como una energía, es una electricidad agradable y me hace sentir más tranquilo, más esa sonrisa tan hermosa, unos dientes tan blancos, esa piel morena que derrite a cualquiera.
Nos soltamos de nuestro agarre y en ese momento entra el profesor e inicia la clase.
Al salir de clase nos fuimos juntos a pasar el recreo en las amacas debajo de aquellos árboles, ahí también llegaría mi novio. En el transcurso me contó que estudia ingeniería civil y que sueña con tener su propia constructora, que bueno que sea un chico con metas. Me comenta que tiene cuatro hermanos, y que su padre había muerto hace quince años, también cuando él terminaba su primaria se quemó su casa y ahora deben alquilar.
En eso veo llegar a mi novio, me puse de pie y lo abracé mientras le di un beso, él me tomó por la cintura mientras yo le presentaba a mi nuevo compañero. - amor, él es Enrique, Enrique él es Emanuel, mi novio - ellos se dan la mano pero Emanuel con una expresión dura, creo que se acuerda de él hace cuatro años mientras hacíamos el horario.

El precio del negocio - gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora