¿Vamos?

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Hoy me levanto a las 10:00am a causa de un martillo que sonaba constantemente por los arreglos que hacen en la casa. Mi novio llegaría por mi a las 11:00 am para ir a almorzar juntos y después irnos juntos a la mansión.
Logro quedar listo antes de las once, y ya tenía mis cosas listas, Carina también esperaba a que yo volviera, después de almorzar, por ella y las demás cosas. Llegó mi novio y me despedí de mis padres, no del todo ya que después vendría por mis pertenencias.

Cuando íbamos de regreso a la casa, recibí un mensaje de Enrique, me estaba invitando al cine en la noche, que él pasaría por mi a la casa, no le había contado sobre que me pasaría a la mansión, entonces le conté y de una vez le dije que no podría ir, ya que Emanuel estaría ahí, entonces quedamos de ir otro día.

En realidad no sé que me pasa, con Emanuel estoy bien y lo quiero, pero cuando hablo con Enrique siento que mi corazón da otro giro y estoy esperando ver como mentirle a Emanuel, para salir con Enrique.
Llegamos a la casa y Delko estaba en la puerta, me extendió los brazos apenas me vio - amado yerno!, que bueno que estén por acá, ya me sentía solo y además con esa criatura le dará otro giro a la mansión - dijo eso mientras me abrazaba y luego vio a Carina, que era a quien se refería con "criatura".

Entramos y hablamos horas en la sala de estar principal, después decidimos subir a la que sería nuestra habitación, una vez ahí Emanuel me dijo, mientras me abrazaba por la espalda - amor, sabes que esta fue mi habitación durante toda mi infancia, me trae tantos recuerdos y ahora vamos a estar aquí juntos - me dio un beso en la mejilla -que hermoso mi vida, espero también tener lindos recuerdos de los dos aquí- me volví y lo besé, fue tanta la emoción que caímos a la cama, pero fue con tanta fuerza que terminamos quebrando una de las patas de ella, ahí todo lo candente se acabó y empezamos a reír como nunca, cuando ya se nos pasó la risa él me dijo - definitivamente si vamos a tener muchos recuerdos aquí. Jajaja. Amor vamos a cenar, ya estamos cerca de navidad y le tengo una sorpresa, además tienen que arreglarnos la cama - yo asentí y él se puso de pie primero y me dio una mano para ayudarme.

Durante la cena estuvimos riendo de lo ocurrido con la cama y a su vez a mi suegro se le notaba la emoción en su mirada, pero era de esperarlo, la mansión era realmente grande y estando él solo imagino que debe ser bastante vacío.
Entre lo que hablábamos, Emanuel buscaba algo en su suéter, me dijo - Miguel, mi vida, quiero que para recordar viejos tiempos y ya que tienes que continuar la universidad el otro año, quiero que nos vayamos toda está navidad a los mismos países donde fuimos hace cuatro años, volveremos a Costa Rica!, que te parece? - me dijo eso mientras me enseñaba los boletos, me emocionó mucho, él es perfecto, en serio está perdiendo el tiempo a mi lado, pero lógico no lo voy desperdiciar, volvería a Costa Rica; en ese momento lo abracé y lo llené de besos, mi suegro solo nos veía y con una gran sonrisa -ay muchachos me recuerdan tanto a Leonetta y a mi, siempre fuimos muy felices y también recorrimos el mundo juntos, les deseo lo mejor - yo le agradecí y terminamos la cena, quedamos de salir mañana en la tarde a nuestro paseo, pero quedamos de levantarnos temprano para acompañar a Delko a recorrer la enorme propiedad a caballo.

Hoy nos tocó dormir en otra habitación, ya que la cama debían arreglarla y eso sería hasta mañana, era mejor comprar una nueva, pero el valor sentimental no tenía precio.
Hoy si no tuvimos sexo, debíamos dormir bastante, pero si dormimos abrazados, a veces deseaba que quienes abrazara fuera Enrique pero no podía, no por ahora.

En la mañana hicimos maletas, mientras tanto mensajeaba con Enrique, que me había dado los buenos días; esta vez también íbamos a comprar ropa en cada lugar que visitaremos; además de acompañar a Delko por toda la finca, era realmente hermosa.

Ya tocó la hora de irnos, mis padres llegaron a la mansión para despedirnos de todos, ya en el aeropuerto la emoción era mayor, era como si fuera la primera vez, llevaba tiempo de no viajar en avión, además de que volvería a Costa Rica.

Volvimos a cada uno de los países, recorrimos pocos pero hermosos lugares, ya que sólo quedamos un día en cada país y lo mejor fue cuando llegamos a Costa Rica, nuevamente nos transportamos en una avioneta, de camino le conté a mi amiga que iba a volver a Costa Rica y al mismo hotel, Mariana dijo que iba a hacer lo posible por ir la segunda semana, ya que esta vez nos quedábamos dos semanas en Costa Rica.

Apenas llegamos al hotel nos dieron la misma habitación, Emanuel todo lo tenía más que preparado.
Llegamos a la habitación y empezamos a besarnos muy tierno pero luego fue como si desataran fieras en celo, estábamos deseosos los dos y la pasión nos consumió, debo admitirlo, lo hace tan pero tan bien, creo que es una de las cosas que me tiene pegado a él aun.

Cuando acabamos quedamos dormidos hasta el día siguiente, cuando despierto veo que Emanuel no está y salgo a la sala y la sorpresa fue grande, tenía un montón de globos color vino y blancos, además de un ramo de claveles blancos, en ese momento inicié a llorar, él es tan especial, me hace sentir peor, él pensando en mi y yo no pienso como debería en él; - mi vida, te amo tanto, no tienes una idea de cuanto vales para mi, ya no puedo decir que estás en mi corazón, por que dentro de mi hay más tu, que corazón- me dio un beso tierno después de decir todo eso, aún así Enrique no logra salir de mi cabeza.

La semana fue pasando y entre los regalos que me daba cada dos días eran prendas de ropa, recuerdos, entre otras cosas.
Mariana logró sacar vacaciones la siguiente semana y también se quedó en el mismo hotel, a todas las actividades nocturnas asistimos juntos, era muy gracioso estar con ella, a Emanuel le había caído de lo mejor y era muy graciosa, ya sabía hablar bien el italiano entonces todo era más fácil.

Llegó la hora de irnos y nos despedimos de Mariana, claro sin antes de pedirle el número por que por Messenger solo le había contado que venía para acá y como me habían robado el celular no había conseguido los contactos, la pobre casi llora cuando nos despedimos, lo pasamos de lo mejor.
Esta vez solo hicimos escala de aviones, no nos quedamos en ninguno de los países.

Cuando llegamos a la mansión sólo pensamos en dormir como osos, Delko nos recibió como nunca - los extrañé, llegaron y al día siguiente se fueron, eso no se hace - todos reímos con ese comentario, -eso no fue culpa mía, dígale a Emanuel que fue quien compró los boletos- dije para continuar con la risa - bueno lo importante es que lo pasaron bien, es tan jóvenes y no deben pensar en este viejo- ahí si nada más paré de reír, él sabe que no nos gusta que bromee así, es un hombre joven, tiene 49 años apenas, que de hecho, cumplía en enero, así que debía organizar una gran fiesta junto a Emanuel, pero eso lo iba a planear después.

Subimos y llegamos a la habitación de mi novio y esta vez si solo nos dormimos, él me dio un rico beso de buenas noches y no nos cambiamos nada, era demasiado el cansancio.

La verdad, pensé muy poco en Enrique en el tiempo allá, quizá sea eso lo que me falta, desligarme del todo de él, aunque no pueda pero algo debo de hacer, así no puedo seguir.

Le conté a Enrique de mi paseo y me dijo que algún día también saldríamos así, que él desea poder estar conmigo, ¡ay Dios!, no sabe lo feo que es estar en mi posición.

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Uno más! Gracias, no puedo decir ni una palabra más.

El precio del negocio - gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora