16. ¿Qué haces aquí?

3.7K 255 9
                                    

Skyler

Había pasado más de una semana desde la última vez que había visto a Kyle.

No había ido a mi departamento, ni se había presentado en mi trabajo.

Por primera vez él me había obedecido. No había sabido nada de él en más de una semana y eso era un récord. Estaba algo sorprendida ya que nunca creí que Kyle me dejaría en paz, él es tan persistente y terco que creí que nunca lo haría.

No voy a mentir, extrañaba verlo. Su acoso se había vuelto una costumbre para mí, así que ver su alta y esbelta figura rondar por aquí me hacía falta.

Y debo de estar loca porque nunca creí que eso sucedería.

Kyle es una gran chico, debajo de todo su egocentrismo y narcisismo, lo era. Él... simplemente me hacía sentir cosas que no quería sentir. Cosas como mi corazón yendo más rápido cuando me miraba fijamente, con esos hermosos ojos azules tan claros como las aguas del caribe. Cosas como hacerme sentir valiosa he importante, incluso en como parecía intigrado por mí. Además, supe que sentía algo más por él desde el momento en que besó, ese día fue la primera en vez en mucho tiempo en que de verdad sentí algo.

Y por eso no lo quería en mi vida.

Sí, tal vez sonaba algo fuera de lugar, pero así era.

Quizás habían algunas otras chicas que querían sentir eso, pero yo no. Porque ya lo había sentido una vez y no iba a volver a caer en lo mismo de nuevo.

Ya había pagado la consecuencias de eso y no quería volver a pagarlas.

Por eso alejaba a Kyle, porque era un chico y los chicos son malos. Más si ese chico viene con un par de ojos azules y esa sonrisa de lado que usa para derretir a sus presas.

A todas menos a mí.

—¿Disculpa?

Me volví a la voz a mis espaldas. Tres chicas estaban apoyadas en la barra, junto a la caja registradora de la librería. Deje lo que hacía y me acerqué a atenderlas.

—¿Sí? ¿En qué puedo ayudarlas?

—¿Tú eres Skyler? —preguntó la morena en medio de las dos rubias a su lado. Las tres me lanzaban miradas de desaprobación, como si hubiera hecho lo peor del mundo.

—Lo soy —respondí firme—. ¿Por qué?

Ella, la morena, compartió miradas con las otras dos chicas pelos de elote. Ellas se miraban supieran algo que yo no y odiaba eso.

—No lo puedo creer —soltó una de las rubias con una risita burlona. Bien, esto empezaba a molestarme.

—No puedes creer ¿qué? —pregunté frunciendo el ceño.

—Como Kyle puede estar tan mal por ti —respondió la morena con desprecio—. ¿Qué tienes tú que no tenga yo?

Algo dentro de mí se sacudió en enojo y a la vez asombro. ¿Kyle estaba mal por mí?

—Disculpa, pero no sé de lo que hablas —musité mordaz.

—¿Por qué? —preguntó la otra rubia a su izquierda.

—¿Porque, qué?

—Porque no quieres a Kyle, es uno de los chicos más codiciados de la ciudad y tú lo desprecias —respondió con simpleza—. Todas las chicas mueren por estar con él y tú...

—Al parecer no todas —respondí de mala gana—. Así que a menos que compren un libro o vayan a tomar algo, deben irse. Este lugar es solo para clientes.

Falling Into YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora