Falling Into You

31. Te amo

Sky.

Kyle me llevó a lo que era su habitación, la cual parecía limpia y ordenada.

No habían muchas cosas dentro aparte de la cama, closet y mesitas de noche. Había una ventana que daba al patio trasero así que me acerqué queriendo ver más de éste hermoso lugar.

Kyle entra detrás de mí dejando las maletas a un lado para luego acercarse a mí viendo por la ventana al igual que yo.

No estamos mucho ya que Roth llegó y Kyle me hizo bajar. Ambos nos acercamos a un gran chico de cabello corto, el cual debería ser Roth. Sus ojos, parecidos a los de Jake, no nos había dejado desde que nos vio. Y era algo extraño la verdad.

—¿Puedes al menos disimular un poco? —pide Kyle al notar la mirada de asombro de su hermano.

—Es que, no lo puedo creer —sonríe con fuerza, sacudiendo la cabeza—. No puedo creer que tú aparezcas con una chica.

—¿Puedes callarte? Estás haciendo esto incomodo para Sky.

—En realidad —intervengo divertida—, no, es divertido ver lo asombrados que quedan tus hermanos al saber que estás de novio.

Roth ríe.

—Soy Roth —él me extiende la mano y la tomo dándole una sacudida—. El hermano mayor de este idiota ¿tú eres?

—Skyler, la novia de este idiota —sonrío y Roth ríe.

—¡Oye! —protesta Kyle—. ¿Ahora te pones de parte de él?

—Para nada, cariño —río dándole un rápido beso en la mejilla.

Roth también nos presentó a Melany, la cual era su novia. Ella era agradable, así que me uní a hablar con ella dándole espacio a Kyle y Roth para que hablaran entre ellos.

Minutos después Hayley y Kyler bajaron, uniéndose a los demás. Ellos también se presentaron y minutos después nos sentamos todos a cenar.

Comimos hablando de nuestras vidas, donde incluso Roth anunció su boda con Melany. Todos estaban en shock mientras yo no dejaba de cuestionarme sobre lo que pensaba Kyle acerca de ello.

Pero conociendo a Kyle, no creo que le guste mucho la idea, no es que a mí me emocione tampoco, pero vamos, aunque lo niegue hay una parte de mí que no le desagrada la idea.

Después de cenar, Hayley y yo nos ofrecimos a lavar los platos. Y era lo menos que podíamos hacer, después de la exquisita comida que Liz había preparado.

Terminamos rápido y minutos después salimos para encontrar a los cuatro chicos juntos, en la sala, hablando y bromeando entre sí, donde a veces sus risas se oían por toda la casa. Y era tan genial verlos convivir de esa manera.

Con Hayley los dejamos hablar, mientras ambas subimos a la habitación de Kyle.

Hayley se dejó caer en la cama, suspirando cansada.

—Estoy tan cansada —dice volviendo su rostro a mí.

—Yo también —me siento a su lado en la cama—. ¿Qué te ha parecido el lugar?

—¡Es hermoso! ¿Viste el jardín de la entrada?

—¡Sí! Es precioso —me dejo caer de espaldas a su lado, imitándola—. Es genial estar aquí.

—Sí, y su familia es genial. Sabes, hace  mucho no me sentía así —Hayley giró su cabeza a mí para poder verme—. Hoy por primera vez en meses, me he sentido en familia, Skyler, y es genial.