Falling Into You

28. ¿Me quieres?

Sky.

No sé qué rayos hacía Kyle para meterse bajo mi piel.

¡No dejaba de pensar en él!

Cada minuto alejada de él era una lucha constante contra mis pensamientos y preguntas, las cuales eran: ¿Qué estará haciendo? ¿Dónde estará? ¿Con quién estará? ¿Me extrañará?

¿Lo peor de todo?

Que odiaba esas preguntas.

¡Me sentía una estúpida novia insegura que necesitaba a su novio al lado!

Y vamos, yo no soy así, soy todo menos dependiente de un chico.

Así que, me calmo, me tranquilizo y vuelvo a ser yo.

La Skyler segura de sí misma.

Es decir, con Kyle ya llevamos un tiempo saliendo, estamos bien y quiero que siga así...no quiero arruinarlo todo.

Aunque bueno...hace unas semanas atrás casi lo arruino todo con mi inseguridad sobre ser tocada o entregarme a alguien.

Porque bueno, después de todo lo que había pasado no había dejado que un chico me tocara. Así que cuando las cosas se salieron de control con Kyle, entré en pánico.

Kyle entendió todo y me dio mi espacio, pero ya no quería alejarlo, no a él.

Y odiaba esta situación.

Porque quería estar con él, Kyle me hace sentir linda, deseada y a la vez querida, pero a la vez era demasiado duro para mí. Porque todo me recordaba esa noche, sentirlo sobre mí era...

Niego, debo olvidar esa noche. Debo hacerlo.

Si quería llegar más lejos con Kyle tenía que seguir adelante, olvidar todo del pasado, y sabía que iba a ser algo difícil pero no quería perder a Kyle.

Sé que va a costar poder dar ese paso, y lo único que esperaba era que Kyle tuviera paciencia conmigo.

Además, estoy segura que debe ser duro para Kyle no poder estar con su chica, cuando sé que él a sido muy activo.

Tal vez era egoísta de mi parte retenerlo a mi lado sin contar cuanto puedo tardar en dar ese paso, pero necesitaba al menos intentarlo.

—¡Skyler te estoy hablando! —protesta Linda quien está de pie a mi lado con los brazos cruzados sobre el pecho.

Aún seguíamos en la librería pero no habían muchos clientes, había sido un día tranquilo comparado con otros. Lo que me daba la oportunidad de descansar un rato.

Así que me senté detrás de la barra a pensar qué hacer con mi vida y con Kyle, hasta que Linda llegó a interrumpir mi meditación.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—Te estaba hablando y parecías estar en la luna. ¿Es por Kyle? ¿Todo bien con él?

—Sí, todo bien.

—Entonces ¿por qué pareces preocupada?

—Estoy bien —sonrío.

Linda me ve acusadora pero no pregunta nada más, al contrario, se sienta a mi lado sacando su celular y mandando textos.

—¿Con quién hablas? —sonrío con picardía—. ¿Estás saliendo con alguien?

—No sé, algo así —se encoje de hombros—. El chico no está mal, pero recién estamos conociéndonos, y bueno, ya me ha invitado dos veces a su departamento.