Cómo NO dejar de pensar en Gina

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Casi saltaba de la alegría, éste día lucia potencialmente bueno, ademas, mi cabello amaneció especialmente hermoso. Incluso hoy saludé correctamente a mi hermano y no me burlé de alguna manera de él, era un gran paso.

- ¿Qué te pasa hoy?- preguntó el hippie asustado-. Tu felicidad me hace pensar que algo malo va a ocurrir.

Reí por su reacción y pasé una mano por mi cabello peinandolo hacia atrás. 

- Oh pequeño Timmy, ¿olvidas que día es hoy?- tomé asiento en una silla frente a él, estábamos desayunando en casa a punto de ir a la escuela. Mi hermano me miro pensativo.

- ¿Acaso te llegarán aquellos productos para el cabello que ordenaste?

- ¡¿Era hoy?!- exclamé para luego recobrar la compostura y retener un poco mi emoción-. No, resulta que hoy es viernes... Por lo tanto, el ultimo día en el que tengo que aguantar a Gina obligatoriamente.

- Ajá, aguantar, como sufres- dijo en un extraño tono, se levantó de la silla y miró a un reloj que habia cerca-. Tenemos que irnos ya si no queremos llegar tarde.

- ¿A qué te referías con lo que acabas de decir?- pregunté con ojos entrecerrados, mi hermano suspiró y me dejó sin respuesta.

- Menos mal que la estupidez no es de familia.

Después de su insulto, nos dirigimos hacia la escuela; al entrar, pude observar los diferentes carteles que Gina había hecho pegados por las paredes de los pasillos, mi hermano consiguió que todos fueran de papel reciclado y de esa manera no fue en contra de sus principios hippies.

Me acerqué a mi casillero, tenía una gran imagen de Gina sentada detrás de un escritorio con los brazos cruzados y una gran sonrisa maquiavélica estaba estampada en su rostro.

- No sé por qué ella creyó que es buena idea tener su cara pegada en todos lados- arranqué el cartel para poder abrir y sacar lo que necesitaba, arrugué el papel y lo guarde en mi mochila.

- Porque soy bella, tú mismo lo dijiste antes- Gina llegó de la nada y me entregó una foto autografiada por ella.

- Para tu deleite...- leí en voz alta lo que venía escrito en la foto- ¿Por que yo querría esto?- pregunté regresandole la fotografía, ella lo impidió.

- Tú sabes por qué- dijo mi hermano. Irritado puse la foto en mi casillero, tomé los libros que buscaba y con algo de fuerza lo cerré.

Me alejé del par diabólico para ir a mi clase, a la mitad del camino me encontré con Ryan y Carol.

- ¿Ya viste los carteles de Gina?- preguntó el rubio.

Suspiré cansado y saqué el que tenía en mi mochila.

- Cómo no ver algo que está por toda la escuela. Además, no creen que luce algo...- pensé en lo que quería decir pero no lograba recordar la palabra correcta.

- ¿Hermosa?- habló Carol. Negué. Bueno si, pero eso no era.

- ¿Cómo tu futura esposa?- dijo Ryan, lo golpeé en la cabeza levemente con la palma de mi mano.

- No, es cómo, como...

- ¿La madre de tus futuros hijos?- intento está vez Carol, y por supuesto no iba a golpearla a ella, así que el golpe lo recibió Ryan en su lugar. Cuando oí a mi amigo quejarse recordé que era lo que quería decir desde el principio.

- ¡Luce como una sádica! Ah, eso era- exclamé satisfecho.

- ¿Eso?- preguntó mi amiga.

- Pues si- me encogí de hombros-. Fue en todo lo que pude pensar en el momento en que la vi.

- Que bueno que la estupidez no se contagia...- dijo Ryan, Carol a su lado rió y lo abrazo, yo por mi parte me adelanté unos cuantos pasos y caminé delante de ellos.

Ver a una pareja feliz arruinaba mi día perfecto, y el día a penas comenzaba.










Ver a una pareja feliz arruinaba mi día perfecto, y el día a penas comenzaba

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Como NO conquistar a GinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora