Como NO conquistar a Gina

Cómo NO evitar a Gina

Era un sábado en la tarde, me tomó toda mi fuerza de voluntad levantarme de la cama para ir a la casa de Ryan. En ese momento nos encontrábamos en su habitación.

- ¿Entonces?- escuché como mi amigo me preguntó, no había estado poniendo mucha atención. Pasé todo el rato mirando un punto fijo en el espacio intentando no dormirme.

- ¿Qué?- respondí.

- ¿Por qué estabas con Gina?- el oxigenado parecía emocionado-. Y algo que me ha estado perturbando es el hecho de que parece que no dormiste nada anoche- movió sus cejas de abajo hacia arriba de forma sugerente.

- Nada- dije simplemente.

- ¿En serio?- preguntó sin estar muy convencido.

- O al menos, nada que tú necesites saber.

Ryan abrió mucho los ojos y milagrosamente permaneció callado esta vez. De un momento a otro, mi mejor amigo que siempre tenía una sonrisa idiota en la cara y nunca se ponía de mal humor, cambio su expresión a un semblante serio.

- Thomas, ¿sabes lo que estás haciendo?

Suspiré y me recosté agotado en la cama, masajeé mis sienes e intenté ordenar mis ideas antes de hablar.

- Creo que es obvio que no lo sé, Gina estaba ahí... Y tampoco soy así de estúpido, le dije que nada me haría cambiar de opinión respecto a salir con ella. Fui honesto, pero aún así me fue imposible irme.

- ¿Por qué?

- Ella no me dejó.

- Eso, o quizá... Tu no te querías ir desde un principio y sólo querías tener un pretexto.

- Vaya, hola ahí Tim, pensé que te habías quedado en casa.

Ryan tomó una almohada y me la lanzó a la cara.

- Ya te lo dije, cuando termines casado y con mil hijos te vas a acordar de mi- me regañó, cambié de tema a uno menos incómodo desviando la conversación hacia algo que a el rubio le encantaba hablar, Carol.

Así que preferí pasar la tarde escuchandolo hablar de su novia que de mi intimidad. Esa noche tampoco pude dormir, tuve insomnio por lo que aproveché el día siguiente para no levantarme de la cama.

El lunes estaba como nuevo, o mínimo estaba un poco cerca a estarlo, mi hermano no había hecho  ningún comentario y le hice jurar a Ryan que no tocaría el tema otra vez.

Me las había arreglado para no toparme con Gina y en clases me mantuve todo lo concentrado que podía para evitar pensar en ella.

Al menos hasta la hora del descanso.

No tenía hambre, así que en lugar de ir a la cafetería me dirigí a las canchas de la escuela, cerca de ellas había algunos árboles y casi nadie estaba ahí a esa hora. Me senté en el pasto a la sombra de un árbol a esperar a que el tiempo pasara para poder ir a clases.

Tenía los ojos cerrados y no habían pasado ni diez minutos cuando alguien se sentó a mi lado, su hombro estaba pegado al mío.

A esta altura todos sabemos que se trataba de Gina invadiendo mi espacio personal como acostumbra a hacer. Cuando la vi noté que traía puesta la sudadera que le regalé hace un par de años atrás.

Sentí un nudo en la garganta que no me dejaba expresar palabra alguna... Tampoco es que tuviera algo bueno que decir. Creí que Gina diría algo, o que sería violenta conmigo como siempre suele hacer.

En lugar de eso se quedó en silencio, no se movió ni buscó mi mirada, sólo se mantuvo sentada a mi lado.

Y así ambos permanecimos hasta que sonó la campana.

---------------------------------

( ･ิω･ิ)