Como NO conquistar a Gina

Cómo NO dormir con Gina

- No entiendo.

- ¿Qué?- preguntó Gina, por alguna razón había terminado en su casa y tuve una incómoda conversación con su padre.

-  ¿Por qué estoy aquí?- señalé a mi al rededor, tenía que hablar en voz baja porque no quería que sus padres me escucharan-. Dijiste que tenías una emergencia y no asistí al entrenamiento de hoy.

- Es... Una emergencia familiar- ella evadió mi mirada.

- Tu papá pensó que salía contigo, tuve que decirle que no era cierto y casi me golpea por eso, ¿qué clase de persona le dice a sus padres que ya sale con alguien cuando en realidad no es así?

- Yo, es un buen truco- estábamos en la sala mirando mirando algo en la televisión, Gina se estiró en el sillón y después acomodó su cabeza en mi hombro-. Es un truco que haré que nuestros descendientes usen.

Sentí un cosquilleo ahí donde ella me tocaba y alcanzaba a percibir el olor de su cabello, quería alejarme de ella y al mismo tiempo no.

Quería porque me sentía extraño teniendola tan cerca de mi, y no, porque si lo hacía seguramente se enojaria. Y tengo que admitirlo, a una parte de mi le gustaba.

- Pensé que me desharía de ti la semana pasada- murmuré. Gina se volvió a mover, está vez se recostó en mi pecho por lo que tuve que usar un brazo para sujetarla y que no resbalara. Yo, yo comenzaba a tener una sensación extraña en el estómago y me costaba respirar un poco.

- Tommy, por favor. Que ingenuo al pensar esa tontería, pareciera que no me conoces desde hace casi tres años- colocó un brazo al rededor de mi, abrazandome, vi como cerró los ojos. Recogió sus piernas para estar ahora finalmente acurrucada contra mi en su totalidad.

No hagas nada estúpido Thomas. Repetía mentalmente. No quieres salir con nadie, que no te haga dudar ahora.

- ¿No te estás poniendo muy... cómoda?- pregunté, miré para ver que su familia no nos veía.

- Ni un poco- permanecimos unos minutos en silencio hasta que ella lo rompió hablando- alcanzo a escuchar tu corazón, ¿sabes que dice?

- ¿Qué?- respondí con voz ahogada.

- Qué eres un idiota- después Gina se rió burlándose de mi, las vibraciones de su risa no ayudaban mucho a mi nerviosismo.

- Si, me estoy sintiendo bastante idiota justo ahora- incómodo, no dije nada más. Ella se calmó un poco y luego de un tiempo su respiración se hizo lenta, me di cuenta de que se quedó dormida. No quería despertarla, así que me acomodé un poco y cerré los ojos.

El sonido de voces nos despertaron, sus padres estaban frente a nosotros, lucían elegantes por lo que pensé que saldrían. Enrojecí e intenté alejarme de Gina pero ella no me lo permitió.

- Bueno... Nosotros vamos a salir, volvemos mañana- dijo su madre, su esposo me miraba de una forma que me provocaba escalofríos. La pelirroja a mi lado los despidió y ambos salieron de la casa.

A través de una ventana noté como ya estaba oscuro afuera, me quedé más de lo que esperaba.

- Yo también me tengo que ir, es de noche- nuevamente intenté levantarme pero ella me sujetó más  fuerte-. Gina.

- ¿Me vas a dejar sola? ¿Y si alguien entra a robar?- me miró con una expresión asustada, la cual era obviamente fingida.

- Entonces que Dios se apiade de él- forcejeamos durante un rato pero ninguno de los dos cedía.

- Tom, es de noche y es peligroso salir, quédate a dormir. Además mañana es sábado.

- Pero...

- Por favor.

La miré una vez más y me di por vencido, suspiré dejando de ejercer fuerza. Gina hizo un sonido extraño de emoción abrazandome más fuerte.

- Pero que conste que me quedo porque quiero, no porque tu me lo hayas pedido- le dije avergonzado.

- Esta bien.

- No, espera. Cancela eso, es al revés, me quedo porque tu quieres, no porque yo... Olvidalo.