Me despierto a mitad de la noche con unas ganas incontenibles de salir de mi habitación. Necesito salir. Me urge salir.
Con mucho cuidado cierro la puerta y recorro descalza la madera fría.
Al salir, el pasto es lo primero que toco, está húmedo bajo mis pies. Una rana salta y me toma desprevenida. Es pequeña y verde, con grandes ojos. Me observa por un segundo para luego irse saltando hacia el agua. Decido seguirla caminando a la orilla del lago, el cielo estrellado siendo mi única guía.
Entonces algo dentro del lago llama mi atención. Decido acercarme un poco más, no mucho, solo lo suficiente para mirar las rocas más de cerca. Mi reflejo es lo único que encuentro. Una chica curiosa que me observa confundida.
Es ahí donde decido regresar a mi habitación, pero no lo logro. El lodo me ha hundido, estoy atascada. Muevo mis pies con fuerza tratando de zafarme pero nada funciona. Estoy demasiado atorada. Alzo mi vista por un instante y me quedo helada. Una figura está saliendo del agua.
La desesperación y el miedo se apoderan de mi. El corazón me late más fuerte cada vez, tanto que siento que hace eco en mis oídos.
Se está acercando. Trato de usar mis poderes pero no logro hacer nada. No puedo.
Y sin darme cuenta el extraño ser ya tiene rostro, es humano.
Un chico está parado frente a mi. Es alto y con la piel muy pálida, parece que no ha visto el sol por mucho tiempo. Su cabello es blanco y la luz se refleja en él. Una belleza sombría lo rodea y eso me asusta. Esto no es bueno, nada bueno.
Estoy a punto de gritar para pedir ayuda cuando veo sus ojos. Son grises y caóticos. Hay una extraña emoción en ellos, una chispa, un destello. Es casi como si tuvieran vida propia.
Me he quedado sin palabras y ya no busco soltarme. Estoy quieta, muy dudosa de hacer cualquier movimiento. No sé que podría provocar.
Se me acerca y es ahí cuando cierro los ojos. Estoy temblando.
Con una de sus manos siento como acomoda un mechón de pelo detrás de mi oreja. Después acerca sus labios a mi oído, un roce a penas perceptible.
-Pronto vendré por ti, Dahlia.-
Y siento frío.
Despierto exaltada en mi cama. Volteo para todos lados hasta estar segura de que estoy a salvo y de que esta sí es mi habitación.
Me levanto y camino hacia la mesa. Un vaso con agua descansa en la superficie y no dudo ni un instante en tomarlo. Ya estoy más tranquila cuando algo en el piso llama mi atención. Hay huellas, manchas de tierra por doquier. Las sigo con la mirada y un escalofrío me recorre de pies a cabeza.
Mis pies están llenos de lodo.
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~Los elegidos~
FantasíaMi vida nunca ha sido normal. Siempre supe que era ...diferente. Incluso antes de que mis padres me enviaran al campamento. Me llamo Dahlia Olsen, y soy una elegida.