Infracciones Cambiadas {Larry Stylinson} [Terminada]

Capitulo 12

-¿Por qué estas nervioso?

Me pregunté a mi mismo al ver que mis manos no podían dejar de temblar levemente, al notar que ya había anochecido.

Le había preparado la cama extra que teníamos, en la habitación que estaba frente a la mía, porque sabía que no iba a querer dormir en la misma cama que yo. Aun se podía sentir su tono molesto, aun podía ver en sus ojos que no me perdonaba, aun podía palpar el ambiente denso cuando ambos estábamos en la misma habitación, pero aun así lo extrañaba de una manera impresionante, así que agradecí al universo que estuviera prácticamente obligado a volver a la casa.

Ahora que estábamos viviendo en el mismo espacio, iba a ser cuestion de tiempo que las cosas se arreglaran. Solo tenía que esperar y ocupar quizás las técnicas que ya conocía, para que él se soltara poco a poco y lo nuestro fuera mejorando, hasta volver a lo que habíamos sido antes de venir a Inglaterra, antes de todo este drama y antes de que se fuera de la casa.

Estaba sentado en el sillón cambiando los canales de películas, sin encontrar nada que me agradara, cuando sentí que su auto se estacionó fuera de la casa.

No quería estar emocionado, para nada, pero el saber que íbamos a estar tan cerca nuevamente me hizo volver a temblar de una manera impresionante.

-¿Harry?

Escuché que abrió la puerta y me llamó de inmediato, sintiendo como una sonrisa afloraba por mis labios, así que aclaré la voz antes de ir hasta su encuentro.

-Hola.

Vi que llegó con la misma maleta y bolso del día que se había ido de casa, hace unas dos o tres semanas, no lo sé.

Me miró a los ojos y luego a la cocina.

-¿Estas solo?

-Si-asentí-¿quieres cenar?

-No, solo quiero descansar.

Volví a asentir y comencé a caminar hasta la escalera, para escuchar como subía junto a mí y abrí la puerta de la habitación, dejando ver la cama simple, ya ordenada.

-Puedes...aun puedes dejar tu ropa en la habitación de...-él asintió-no ocupe tu lado del armario, ni del baño, así que...-me quedé callado al no saber que más decir-ya sabes dónde está todo.

Sonreí nervioso y él lo notó, pero no se vio comprensivo. Al contrario que de lo que pensaba, se vio incomodo por cómo estaba actuando.

-Buenas noches.

No me dijo nada más y solo cerró la puerta de la habitación, dejándome parado en medio de ese pasillo blanco, con miles de preguntas en mi mente y totalmente confundido, ya que había llegado hace menos de diez minutos y ya se había aislado de esa manera.

Quise atribuir su actitud a que realmente estaba cansado y no el hecho que odiara volver a vivir conmigo. Quería creer que lo nuestro se iba a arreglar de un momento a otro, no por arte de magia, tampoco era idiota, pero si trabajando como pareja, volviendo a conversar, partiendo de la base de la comunicación, eso nos iba a llevar a que nosotros volviéramos a ser lo que éramos, porque no sé si podría pasar más de tres semanas sin dormir con Louis. Estaba extrañando esas cosas que en algún momento odié y le pedía que no hiciera, como poner sus pies helados sobre mis piernas cuando se metía en la cama, pero ahora sé que lo daría todo por entrar a mi habitación y verlo durmiendo en esa gran cama.

Volví a bajar para apagar la televisión, cerrar las puertas, poner la alarma y volví a subir a la habitación para acomodarme entre las sabanas, sin deseos de dormir, sin deseos de volver a llorar por la noche, porque Louis estaba a solo unos metros de mí, pero se sentía a años luz, así que me giré y miré hacia el otro lado, para cerrar los ojos y despertarme por el maldito brillo de la ventana, porque como siempre, se me había olvidado cerrar la maldita cortina.