Infracciones Cambiadas {Larry Stylinson} [Terminada]

Capitulo 16

-Iremos en tren ¿no?

-Si-asentí-no quiero manejar tantas horas.

Louis me había preguntado casi todos los detalles esa mañana, hasta que corbata debía ocupar. Fue un poco extraño porque nunca se había visto tan entusiasmado con una de las exposiciones.

Subí a terminar de trabajar con Kate en el café, porque era principio de mes y nuevamente necesitaba ayuda con los papeles, firmas, proveedores y cosas por el estilo, cuando escuché la voz de Louis al otro lado de la puerta.

-Kate ¿me das un minuto?

Le dije a la pantalla, ella asintió para seguir viendo los papeles y yo abrí la puerta para ver a Louis casi listo, de hecho solo le faltaba la chaqueta a su traje.

-¿No iremos?

Lo vi confundido y luego recordé la explosión, la hora y todo lo que debía hacer en casi media hora.

-Si, si, si-asentí cansado-lo siento, estaba trabajado y se me pasó la hora. Estaré listo en un minuto.

-¿Quieres que te ayude en algo?

-No, seguiré mañana.

-Bien, te espero abajo.

Corrí de vuelta a laptop para despedirme de Kate, entrar a la ducha y después de casi veinte minutos ya estaba listo para ir a la exposición.

Bajé las escaleras listo y Louis estaba en la sala de estar cambiando los canales sin mirar nada interesante.

-Listo-le dije al entrar-¿nos vamos?

Se paró del sillón y caminamos hasta el auto, para manejar hasta la estación del tren y después de casi dos horas estábamos en Londres.

Ya faltaba casi un mes para el invierno y comenzaba a oscurecer temprano, así que los que nos tomó salir de la estación del tren, tomar un taxi y llegar a la galería ya había comenzado a atardecer, tomando esos lindos colores el río Támesis.

Cuando llegamos había una gran cantidad de periodistas afuera y cuando caminamos dentro, sentí la mano de Louis tomar la mía y guiarnos dentro, como lo hacíamos en los viejos tiempo.

Entramos en el ascensor con una mujer de unos veinte años, con un vestido blanco y negro, pero ella ni se giró para vernos. Quizás era la novia del artista de moda y se creía ya superior por esto.

Las puertas se abrieron al último piso del edificio y ya sentía todo el ambiente familiar.

Las personas, los cuadros, los chicos con bandejas de champagne francés y todos fingiendo ser amigos de todos.

-Iré al baño, si te pierdes, solo me mandas un mensaje.

Escuché su cálida voz justo al lado de mi oído y sentí todos los pelos de mi cuerpo erizarse por esto, así que solo asentí sintiendo mis mejillas arder.

Comencé a caminar por el gran salón sin ver las pinturas, sintiendo como los recuerdos venían a mi. Recordé la primera exposición que tuve en Nueva York. Louis insistió que la hiciéramos en una azotea parecida a esta, pero la nuestra era abierta y no supe que fue una mala idea hasta que era casi media noche, invierno y todos nos estábamos medio congelando.

Estaba todo casi terminando y Louis se disculpó conmigo, para seguir solo hablando con Jeff sobre la vez que nos prestó su estudio para que yo pintara a Louis, como regalo para su mamá.

-Dime que es mentira.

-Lo siento-dije riendo-pero no puedo negarlo.

-¿Contaminaste...? Mejor dijo-dijo espantado-¿contaminaron mi lugar sagrado de inspiración con sexo?