Infracciones Cambiadas {Larry Stylinson} [Terminada]

Capitulo 1

-¿Llamaste al camión?

Le pregunté desde el baño, porque extrañamente pensé que por ahí se debería empezar a empacar nuestras cosas.

-Cariño-sentí su voz desde la habitación-no nos mudaremos de estados. Nos iremos del país.

Me quedé mirando mi reflejo en el espejo cuando dijo eso. Aun no podía asimilar que volveríamos a Inglaterra después de tantos años viviendo aquí.

Me mordí los labios y tuve que mirar el lavado, para no soltar una pequeña lágrima.

No es que no me quisiera ir, no me malinterpreten, es solo que...no pensé que tendríamos que llegar a esto para poder ser padres.

Me apoyé en el marco de la puerta y lo vi recorrer la habitación, mirando dos trajes del mismo color y solo guardando uno en el armario.

-¿Qué haces?-le pregunté sonriendo.

-Selecciono algunas cosas...

Caminé por nuestra habitación y me senté en la cama para poder verlo examinar camisetas, zapatos y pantalones, hasta que al fin terminó con su lado del armario y me miró expectante.

-¿Ocurre algo?

-No-mentí-¿crees que debería hacer lo mismo con mis cosas?

-Bueno, no quieres conservar todo ¿o sí?

Levanté los hombros dándole a entender que no tenía la más mínima idea de nada.

-Yo pensaba en...-se apoyó en la pared con las manos escondidas en la espalda-pensé que podríamos vender todo aquí, así no tendríamos que pagar un conteiner a Inglaterra, aunque estuve buscando precios en internet y sería lo mismo comprar todas las cosas allá que...

-¿Recuerdas cuando llegamos aquí?-lo interrumpí.

Me dio esa mirada cálida, mientras ladeaba un poco su cabeza al notar mi cambio de humor y principalmente al no estar escuchando lo que decía.

-Si...-respondió con una sonrisa-es increíble que llegamos con solo dos maletas...tu-sonrió-tu ni siquiera tenías pintura, pinceles, nada. Solo dos maletas y nosotros.

-Y míranos ahora-asentí.

-¿Te estas arrepintiendo?

Miré el suelo al saber que había entendido mi cambio de humor. Era mi marido, no podía esconderle nada. Es la persona que mejor me conoce en el mundo, así que cuando tuve el valor de levantar la vista, él estaba arrodillado frente a mí y me tomó el rostro en cada mano.

-Si quieres no lo hacemos-susurró.

-No-negué sonriendo-Louis, es lo que ambos queremos ¿no? Ya lo hemos conversado un millón de veces y es nuestra decisión. Nos iremos a Inglaterra e intentaremos ser padres.

Asentí rápido y el me dio un pequeño beso en la frente para bajar de nuevo al café, dándome a entender que él se preocuparía de todo por el resto del día.

Solo empaque tres maletas, algo que fue muy difícil porque no sabía cuántas cosas se podían acumular en seis años viviendo aquí. Le di las cosas para botar o vender a Louis y él en solo seis días hizo desaparecer casi todo lo de nuestra casa. Ahora teníamos el dinero suficiente para pagar la garantía de la nueva casa y algunos muebles, así que para la última noche que pasamos en Estados Unidos, solo teníamos nuestra cama, que sería para Kate, una lámpara que también seria para ella y el café, que se vendería con la casa, pero al parecer era difícil encontrar comprador en estos tiempos, según nuestro corredor de bienes raíces.