Capitulo 4

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Estuve cinco horas esperando en la ventana para ver si el jeep de Louis aparecía misteriosamente, nos pedíamos disculpas y volvíamos a la normalidad, o quizás no tan mágicamente, pero sí que volviera.

Eran casi las dos de la mañana y la fiesta de Tyler estaba a más no poder. Era como si cada día se superara, no lo sé, pero hasta me era difícil intentar ver televisión, así que solo me rendí y subí a la habitación a dormir.

Quizás debía solo darle tiempo a Louis. Estaba molesto, tenía razones para estarlo y no quería presionarlo a que volviera solo porque yo lo decía. Quería que volviera cuando el creyera que era necesario que habláramos.

Me lavé los dientes, solo me puse el antifaz, ya que la música ya no era tan fuerte, pero las luces se filtraban por mi cortina y puse la cabeza en la almohada para intentar dormir.

Sentí que solo cerré los ojos un segundo y escuché como se caía algo en el primer piso.

Levanté la cabeza demasiado rápido, al punto que me maree y traté de tocar a Louis para decirle que quizás alguien se había metido a nuestra casa, pero noté que dormía solo y eran casi las cinco de la mañana.

Caminé por la habitación intentando pensar en que tomar para defenderme del posible ladrón, pero otro sonido se volvió a escuchar y solo camine escaleras abajo y cuando encendí la luz, noté que no era un extraño el que intentaba recoger la foto de mi matrimonio, si no que era mi marido.

Respiré profundo y aliviado porque fuera él, pero el olor a vodka y cerveza llegaba hasta el último escalón, pero intenté mantener la calma y caminé hasta él.

-Louis...

Le tomé los hombros y el me miró con los ojos casi cerrados ya que estaba completamente ebrio. Había visto a Louis así unas pocas veces en mi vida.

La primera fue para el cumpleaños de su primo, que casualmente nació en año nuevo, pero yo también lo estaba, así que esa vez no me importó realmente y una de las ultimas fue para nuestro matrimonio, pero supe que eso era más normal de lo que pensaba, ya que estuvimos toda la noche sin comer, dando vueltas y saludando a todo el mundo, dimos miles de brindis, pero en la noche el estar en ese estado fue un poco mejor.

Cuando él me vio a la cara, no solamente estaba evidentemente ebrio, si no que tenía la mejilla cortada y noté en sus manos que había golpeado algo, o peor, a alguien.

Lo tomé desde la cintura y su brazo lo pase por mis hombros para poder llevarlo hasta la habitación, quizás bañarlo y que se le pasara un poco el efecto del alcohol, pero se me hizo imposible subirlo al segundo piso, así que solo caminamos hasta la sala de estar y lo dejé en el viejo sillón.

Me arrodillé junto a él y le comencé a hacer cariño en el cabello y vi como él cerraba los ojos de inmediato.

-¿Peleaste con alguien?

-Con mi marido...-susurró-estoy aun molesto con él, pero no puedo recordar por qué.

Me dijo mientras se daba vuelta y miraba hacia arriba, pero por alguna razón sonreí por su comentario.

Fui a la cocina a buscar algo para poder limpiarle la mejilla y los nudillos, pero al devolverme noté que se había girado de nuevo y las náuseas se estaban apoderando de él, así que solo corrí a la cocina y traje lo primero que encontré y se lo puse cerca de él, viendo como solo vomitaba alcohol, hasta mas no poder.

Lo intenté sentar, pero literalmente no se podía ni su cuerpo, así que solo me senté junto a él, esperando a que las náuseas no volviera y que no se ahogara con su propio vomito.

Infracciones Cambiadas {Larry Stylinson} [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora