Hermosa Pesadilla (Suga y Tn___)

CAPITULO 35

Los rayos del sol pegaban en mi rostro, abrí los ojos, espere a que mi vista se aclarara y me senté en la cama, mire a Suga, seguía dormido, parecía indefenso pero claramente no lo es.

Me quede sentada unos minutos más para despabilarme e ir al baño, escuche un gemido de dolor, mire a Suga quien se sentó en la cama mientras tocaba su cabeza.

-Buenos días-

Su voz era ronca y apagada, seguro tiene una gran resaca.

-Buenos días-

Conteste sin importancia.

-Iré a bañarme-

Suga asintió.

-¿Quieres que pida el desayuno o vamos al restaurante del hotel?-

-El restaurante está bien-

Sin esperar una respuesta por parte de él me adentre al baño.

Encendí la regadera, mientras el agua caliente salía comencé a desvestirme, una vez completamente desvestida me metí a la ducha, el agua caliente caía por todo mi cuerpo, realmente se sentía bien.

Cuando termine de ducharme me envolví en la toalla blanca que estaba colgada en la puerta de la regadera..

oh oh, ¡olvide mi ropa! ¿y ahora que hago? estúpida, estúpida, estúpida.

Abrí un poco la puerta del baño, no tenía otra opción

-Su-Suga –

Hizo un sonido de garganta dándome a saber que me escuchaba.

-¿Podrías...darme ropa?, por favor-

Escuche como rió, se paró de la cama y camino hasta mis maletas, tardo un poco en buscar, camino hasta mí y me entrego la ropa.

-Aquí tienes-

Me miro de pies a cabeza, bueno, solo lo que se podía ver ya que estaba asomada por la puerta, se lamió los labios y me sonrió.

-Gracias –

Conteste rápido y cerré la puerta.

Mire la ropa que me había dado, era un vestido blanco con bordado en la parte de arriba y un cinturón dorado, no recuerdo haberlo comprado Cuando fuimos al centro comercial...bueno, no importa, era lindo, mire la ropa interior, era un bra negro con encaje y unas bragas también negras y con encaje.

Salí del baño Suga estaba sentado en la cama viendo algo en su celular, de seguro ya se habría dado cuenta de que anoche hable con Nam, tome el peine de la maleta y me senté en la cama dándole la espalda y comencé a cepillar mi cabello mojado.

-¿Para qué le llamaste a Nam anoche?-

¿Se hace o de verdad no recuerda nada? Seguramente él es uno de esos que se emborrachan y al día siguiente no recuerdan nada hasta unos cuantos días después.

-¿No recuerdas nada?-

Me gire hacia él.

-¿Nada de qué?-

Se veía un poco confundido.

-¿De verdad no recuerdas ni un poco?-

Negó.

- Olvídalo, simplemente quise llamarlo-

Me pare de la cama y me dirigí a las maletas cada uno llevaba como 4 maletas, como yo no había hecho mis maletas, no tenia idea de cual de todas debía tener zapatos.