Hermosa Pesadilla (Suga y Tn___)

CAPITULO 43 (Penúltimo)

>>Quien iba a imaginar que esa no era la última vez que visitaba un hospital...<<

Namjoon regreso a casa después de estar en el hospital un día y medio, afortunadamente su recuperación fue rápida gracias a los cuidados de parte de Natalia y míos, nos reímos mucho ante las expresiones en los rostros de Taehyung y Suga, ¿y cómo no?, Nam tenía nuestra completa atención en él, era de entenderse que estuvieran celosos.

-Residencia Min-

Conteste el teléfono.

-Buenas tardes señorita ¿se encontrara el señor Min?-

Una voz femenina contesto del otro lado de la línea.

-Se encuentra ocupado ¿desea dejar algún recado?-

Hubo silencio unos segundos.

-¿Con quién tengo el gusto de hablar?-

Fruncí el ceño levemente.

-Habla con la señora Min-

Conteste.

-Oh...-

Esto ya no me daba buena espina.

-Lo lamento señora Min...-

¿Qué?

-La señora Esmeralda...ha fallecido esta mañana-

El mundo a mí alrededor se detuvo en un segundo, mi mano apretó el teléfono inconscientemente, mis ojos se llenaron de lágrimas, mis pulmones nos recibían aire suficiente para respirar... mi abuela había fallecido.

-De verdad lo lamento señora Min-

Las lágrimas resbalaron por mis mejillas.

Asentí y susurre un "gracias" ates de colgar el teléfono.

La única persona que había cuidado de mí, que me había querido de verdad, que nunca me maltrato, que fue una verdadera madre para mí...ahora, está muerta.

Esa noche tuve una discusión con Suga, llore, le grite, le dije cosas que ahora me arrepiento de haberlas dicho, cosas que no quise decir, que salieron sin pensarlo, haría lo que fuera para borrarlas. Como quisiera borrar aquella discusión...

-¡Todo esto es tú culpa!-

Desvié la mirada.

-Si tan solo me hubieras llevado a verla, dejarme un momento en sus brazos...-

Mas lagrimas cayeron.

-¡Maldito el día en el que nos conocimos!-

Una lágrima resbalo por la mejilla de Suga pero la limpio rápidamente.

-¡Maldito el día en el que nos casamos, maldito el día en el que me enamore de ti!-

Llore aún más.

-Ojala NUNCA nos hubiéramos conocido...-

Me gire y subí las escaleras hacia mi habitación.

Me encerré en mi habitación llorando por la pérdida de mi abuela, recordando los buenos momentos que pase con ella, los cariños que me daba, su dulce voz, sus abrazos, su risa cuando hacia alguna travesura, su esponjoso cabello.

Después de un rato en el que la casa estuvo en completo silencio, la puerta de mi habitación se abrió, sabía que era Suga a pesar de no escuchar su voz ni verlo.

-Debo...debo ir a un viaje de negocios así que...me voy ahora...-

No le conteste, en estos momentos me importaba una mierda lo que hiciera.