vinte

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Tres horas y treinta minutos después...

Narra Alejo:

Agarré las llaves del departamento, salí de él y cerré con llave la puerta; el taxi ya estaba abajo a pesar de ser las 4:30 am ya que el aeropuerto no estaba tan cerca de mi hogar.

Subí al taxi y me llevó a mi destino.

Bajé del taxi después de una larga hora de viaje, le dije al chofer que esperara ya que era un viaje de ida y vuelta y entré al aeropuerto.

Solo faltaban pocos minutos para que llegara y verlo cara a cara. A pesar de verlo visto en sus videos, tengo la emoción de verlo y abrazarlo.

5:30 am.

-El vuelo BS05 que viene desde Maracay, Venezuela acaba de aterrizar; -escuché y sonreí - en breves minutos saldrán los pasajeros.

Estaba llorando, gritando y orinandome internamente. Por fin abría llegado este día.

Vi como las puertas de una zona del aeropuerto se abrieron y empezaron a salir varias personas.

Alcé mi cabeza para ver un poco y lo vi a los lejos con una franela rosa con negro junto con unos jeans negro y una cartera rosa.

Es hermoso, es un angél.

Me escondí entre las personas y vi como él salió del aeropuerto y se quedó en una esquina dandome la espalda, salí del lugar y corrí silenciosamente y le tapé los ojos.

-Adivina quien soy -dije con una sonrisa enorme en mi cara.

Sentí que sonrió y empezó a temblar un poco.

-Chama, estoy nerviosa -dijo y saqué mis manos de sus ojos.

Se volteó y se lanzó a abrazarme, caímos al suelo y nos reímos.

-Por fin rompimos la distancia -susurramos los dos al mismo tiempo.

Lo ayudé a pararse y nos volvimos a abrazar muy fuerte.

-Te juro que quiero llorar de la emoción -dije riendo mientras mis ojos se cristalizaban.

-No eres el único -dijo.

Lo miré a los ojos y había unos cuantas lágrimas saliendo de ellos, las sequé y sonreí.

-Vamos al departamento -dije mientras agarraba sus maletas -seguro tenés sueño y frío.

-Vamos -dije mientras acomodaba su cabello y me guiñaba el ojo.

Se abrazó a si mismo y empezó a caminar a mi lado en dirección al taxi que nos esperaba.

Me iba a salir muy caro pero todo por mi bebito.

El chofer guardó sus cosas en el maletero a excepción de su cartera y nos montamos en el taxi para ir a casa.

Colocó su cabeza en mi hombro y cerró sus ojos, sonreí mientras le acariciaba el cabello; seguro esta muy cansado, se le notaban las ojeras a pesar del maquillaje.

Después de una hora en el taxi, lo desperté ya que teníamos que llevar sus cosas al sexto piso del edificio.

Salimos del taxi y el señor nos ayudó a sacar las maletas, le pagué y vimos el auto alejandose.

Abrí la puerta y él entro -no pude evitar mirarle el trasero y debo admitir que era redondo-, llamó al ascensor y esperamos unos segundos, metimos las maletas y entramos nosotros.

-Te quería abrazar muy fuerte desde hace mucho tiempo -dijo él y me abrazó por la cintura ya que él era más pequeño que yo.

-Yo igual -dije y le besé la cabeza.

Las puertas se abrieron y sacamos las maletas mientras salíamos, el elevador se cerró y caminamos hasta la puerta de mi departamento, el 602.

Incerté la llave y lo dejé pasar dejamos las cosas en la sala y nos sentamos en el sillón negro que había.

-Me muero de sueño -dijo mientras bostezaba y se acurrucaba en mí.

Lo cargué y lo llevé a mi habitación, lo dejé sobre la cama y me acosté a su lado; se acurrucó en mí y se durmió, le saqué los anteojos y lo abracé mientras me dormía, también estaba cansado ya que no había dormido nada.

Me imaginaba esta escena durante meses y por fin hoy se hizo realidad.

ibf; divalejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora