ibf; divalejo

trinta

Narra Alejo:

Agarré un paraguas, no sin antes fulminar con la mirada a Pedro, y salí del departamento.

Me dejó con las ganas pero me las tendré que aguantar ya que creo que es muy pronto para hacer "eso".

Salí del edificio y abrí el paraguas negro, caminé lo más rápido a la tienda más cercana que había y compré lo que él quería, él quería algo de comer y le compré pan.

—Parece que tenés un grave problema.

Escuché una voz detrás a mis espaldas, volteé y juro que vi al segundo chico más lindo del mundo.

Cabello teñido de azul, ojos azules y labios finos.

—Mmm... No.

—Sí lo tenés, vos y yo sabemos de que estamos hablando.

Me sonrojé y él solo rió.

—Soy Lucas y sí, soy igoísta y me estoy controlando mucho para no gritar como un loco fan.

—No publiques que tengo una erección, por favor.

—Esta bien. Por cierto, estoy en un grupo de igoístas y estan rumoneando que La Divaza está en Argenti a y está viviendo contigo.

—No, no sé nada de él. Somos sólo amigos y creo que está en Venezuela.

—Oh bueno.

Hubo un momento de silencio.

—¿Querés una foto?

—Por favor.

Nos sacamos tres fotos: una era de él abrazándome, la otra era de él mientras lo cargaba y la última de él sonriendo con la lengua entre sus dientes y yo dándole un beso en la mejilla.

—Bueno... Me tengo que ir.

—No te quito más tiempo. Adiós Alejo, te amo.

—Yo igual.

Sonreí y vi como el chico se iba alejando a dirección contraria a la mía y pude ver como se fue saltando.

Caminé dos cuadras más y entré al edificio, subí en el ascensor hasta el piso en donde estaba mi hogar y caminé hasta la entrada.

—Bebé, abrime la puerta.

Escuché unos pasos y la puerta abriéndose, mi hermoso novio estaba ahí.