trinta e três

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Narra Pedro:

Entramos al departamento y él lanzó el paraguas a un lado; estábamos agotados a pesar de que es temprano.

—Tengo sueño.

Hice un puchero y él me miró.

—Yo igual aunque sea temprano para dormir.

—Lo sé pero yo me visto con la pijama y me voy a dormir.

Caminé a paso lento hasta la habitación de Alejo y cerré la puerta, saqué mi ropa y me puse una franela celeste que me quedaba hasta las rodillas ya que mi madre la compró a dos tallas más que la mía.

Me senté en la cama y escuché la puerta abrirse.

—También voy a dormir.

Él se sacó la ropa quedando solo en ropa interior.

—¿Querés pizza? La pido y si querés la guardo para mañana.

—Esta bien.

Agarró su teléfono y marcó el número de la pizzería; mientras tanto yo ingresé al baño y me cepillé los dientes.

Acomodé mi cabello después de secar mi boca con la toalla, salí del baño y lo ví a él con su teléfono.

Me acerqué a él y me recosté a su lado.

—La pizza llega en treinta minutos.

—Dormiré un rato.

Besé sus labios y lo abracé, al instante me quedé dormido.

ibf; divalejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora