cinqüenta

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Narra Pedro:

Eran las 11 pm y en tres horas despegaba mi avión hasta Venezuela.

Terminé de sacar mis maletas de la habitación de Alejo y me senté en sillón junto a él a esperar el taxi que nos llevaría al aeropuerto.

Sentí el peso de su cabeza en mi hombro y escuché un suspiro.

—Te voy a extrañar mucho.

—Yo igual.

Él sacó una caja rosa pequeña y me la entregó.

—La podes abrir cuando estés en el avión.

Vi sus ojos y estaban cristalizados.

Besé sus labios y me despegué de ellos.

—¿Para siempre juntos?

—Para siempre, en las buenas y en las malas siempre te voy a amar.

—Yo muchísimo más.

ibf; divalejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora