quarenta e nove

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Narra Alejo:

Abrí los ojos lentamente y miré mi habitación.

Estaba nuestra ropa en el suelo.

Miro a mi lado y ahí estaba Pedro dormido.

Levanto los sábanas y efectivamente, estaba desnudo.

Acabo de recordar lo que pasó.

Agarré mi teléfono y vi la hora, 10:30 am.

Lo dejé a un lado y me acerqué a Pedro, lo abracé y cerré los ojos.

—Buenos días.

Escuché su voz somnolienta.

—Buenos días amor.

Intentó moverse pero no pudo, seguro eran de los típicos dolores de la primera vez.

—Me duele.

Reí y besé su cabeza, hoy era su viaje y no podía caminar nada.

—Lo peor es que hoy voy a estar muy apurado y ni voy a poder caminar, qué loca.

—Loca vos que me dejaste todo el pecho con marcas y una en el cuello.

Rió y se sonrojó.

—Lo siento.

—No importa, las ocultaré con maquillaje. Tendré que comprar maquillaje.

—Yo tengo.

—Entonces cubre mi marca del cuello que es la más notoria.

—Lo hago en un rato, me duele mucho el trasero.

ibf; divalejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora