Al acabar las clases del día, fui a la torre de Astronomía como había acordado con Draco antes de la primera hora. Estuvimos un rato hablando y, finalmente, arreglamos lo que sea que nos había distanciado.
- No sabes lo mal que lo he pasado este poco tiempo que has estado enfadada conmigo. -Me dijo mientras se acercaba a mí y cogía mis manos con las suyas. No quería mirarlo a los ojos, así que fijé mi vista en el suelo.
- Tú mismo te lo has buscado. -Le dije aún sin mirarlo. Él soltó una de mis manos para agarrar con la suya mi mentón, haciendo que lo mirara. Instintivamente suspiré, lo que le hizo sonreír.
- ¿Te pongo nerviosa, Hudson? -Preguntó arrogante, aún sin soltarme el mentón.
- ¿Tú a mí? -sonreí. Si quería jugar, jugaríamos.- ¿Quieres ponerte nervioso, Draco Malfoy?
Él frunció el ceño y noté como sus pupilas se dilataron por un instante.
- Inténtalo. -Me retó. Definitivamente quería jugar. Me armé de valor, hice que sus manos se separaran de mí y lo agarré por mis hombros. De un leve empujón, pegué su cuerpo a la pared y me puse delante suyo. Él rió.- ¿Eso es todo?
Rodé los ojos bufando. Pegué mi cuerpo al suyo y enrollé mis brazos en su cuello. Él respiró hondo, yo sonreí. Acerqué mi boca a la suya hasta que estas estuvieron a escasos centímetros. Notaba su respiración alborotada chocar contra mis labios. Hasta yo me estaba poniendo nerviosa.
- Por favor, Danae, bésame. -Dije con impaciencia. Yo reí divertida y negué con la cabeza.
- Bésame tú, Draqui. -Bromeé, y esa fue la gota que colmó el vaso para que él enroscara sus brazos en mi cintura y uniera sus labios con los míos antes de que pudiera reaccionar.
Estuvimos así por varios minutos hasta que tuvimos que separarnos para respirar. Al hacerlo, apoyé mi cabeza en el hueco entre su hombro y su cuello y nos quedamos así, abrazados, disfrutando de la compañía del otro hasta que comenzó a anochecer.
- Deberíamos ir yendo hacia el Gran Comedor... -Propuse y Draco asintió mientras se levantaba. Me cogió de la mano y fuimos juntos. Me dejó en la mesa y se fue a la suya bajo la atenta mirada de mis amigos.
- ¿Todo bien? -Me preguntó Hermione. Yo asentí con una sonrisa que les hizo fruncir el ceño a Harry y a Ron.
- Te estás volviendo como Greengrass -Me dijo Ron, y yo automáticamente dejé de sonreír.
- No digas bobadas, Ronald. Cualquier cosa menos eso. -Contesté y todos reímos.
[...]
- ¡Han visto a Sirius Black en Hogsmeade! -Escuché decir a un chico de nuestra casa cuando Draco y yo entrábamos al Gran Comedor para el almuerzo. Le di un beso en la mejilla al rubio y fui corriendo a donde estaban todos mis amigos alrededor del periódico El Profeta.
- No vendrá a Hogwarts, ¿verdad? -Preguntó Neville con miedo.
- Claro que no, no tardarían en capturarlo, la escuela está llena de dementores. -Contestó Hermione y yo bufé.
- ¿Dementores? Ya los ha burlado una vez, ¿quién dice que no lo volverá a hacer? -Contradije, todos me miraron y luego asintieron.
[...]
El curso avanzaba a toda velocidad. Hoy había organizada una excursión a Hogsmeade. A Harry no le dejaban ir porque no tenía su permiso firmado, pero les dije a los gemelos que le dieran el Mapa del Merodeador para que se pudiera escapar de la escuela sin ser visto por los profesores.
Hermione, Ron y yo nos abrigamos muchísimo ya que fuera había nevado. Estábamos en Honeydukes cuando veo una piruleta levitando en el aire. Automáticamente supe que era Harry. Dejé a Ron y a Hermione dentro y seguí a Harry. Cuando no había nadie a nuestro alrededor, acerqué mi mano hasta que lo toqué. Él se quitó la capa del susto y me miró enfadado. Al ver que era yo, relajó la mirada.
- Me has asustado, Danae. -Dijo Harry abrazándome. Hablamos por un rato hasta que decidí hacer algo.
- Vamos a asustar a Ron y a Hermione. -Él asintió sonriendo. Me puse a su lado, nos tapé con la capa y fuimos por todo Hogsmeade buscándolos. Tal y como esperaba, estaban viendo de lejos la Casa de los Gritos.
- ¿Quieres acercarte más? -Le dijo Hermione a Ron.
- ¿Qué? -Dijo él asombrado.
- A la Casa de los Gritos... -Aclaró la morena y Ron negó con la cabeza con una expresión asustada. Escuchamos pasos a nuestro lado opuesto y supe que alguien se acercaba. Eran Draco y sus gorilas.
- Vaya, vaya... ¿Imaginando vuestra casa de ensueño? ¿No es grande para ti, Weasley-Pis? ¿No duerme toda tu familia en un mismo cuarto? -Se burló Draco y noté como me hervía la sangre. Él sabe que me encanta La Madriguera.
- Cierra la boca, Malfoy. -Advirtió Ron, aunque un poco cohibido. Sentía pena por él. Sé lo que duele que se metan con tu familia.
- Qué desagradable... -Dijo Draco con asco-. Chicos, vamos a enseñarle a Weasley-Pis a respetar a sus superiores. -Tenía esa insoportable sonrisa arrogante en su rostro. Hermione dio una carcajada.
- No estarás hablando de ti, ¿verdad? -Preguntó irónica. Yo ya estaba dispuesta a salir de la capa si Draco volvía a pasarse.
- ¿Te atreves a hablarme? Asquerosa sangre sucia... -Dijo con tanto desprecio en su voz que parece mentira todas las veces que me ha dedicado dulces palabras. Harry le tiró una bola de nieve que le dio directo en la cara. Él, asustado empezó a mirar a todos lados.- ¿¡Quién ha sido?! -Gritó. Decidí salir de la capa.
- Yo. -Dije con voz neutra y él me miró con los ojos muy abiertos. Sabía que esta vez había metido la pata.- ¿Algo más que decir, Malfoy? -Escupí y vi que su mirada se entristecía cuando lo llamé por su apellido.
- Da... Danae, por favor. -Balbuceó y me hizo dar una carcajada amarga.
- Oh, vamos. Hazte el bueno ahora. Se ve que no lo eres. -Me crucé de brazos. Hermione me agarró del hombro y me hizo mirarla.
- Ya, Danae, déjalo. No ha sido nada... -Me miró con lástima. Sabía que me dolía enfrentarme a Draco. El rubio se pasaba las manos por el pelo desesperadamente.
- Sólo una cosa más. -Miré fijamente a Draco a los ojos y me acerqué un poco a él-. ¿Por qué haces esto, Draco? Tú no eres así. -Alargué mi mano para tocarle la mejilla. Él estaba a punto de responder, pero miró a sus dos "amigos" y su expresión cambió completamente.
- ¡Tú no eres nadie para decir cómo soy! -Gritó y me hizo retroceder. Harry salió de la capa y se puso a mi lado, al igual que Hermione y Ron.- Sólo creías que podías intentar ser algo para mí, pero estás equivocada. ¡No me conoces, y nunca lo harás!
Las lágrimas estaban amenazando con salir de mis ojos. Sin poder evitarlo, unas cuantas cayeron deslizándose por mis mejillas. Draco las miró y una expresión de tristeza cruzó su rostro por un instante, luego volvió a ser fría.
- Es cierto, Draco. Creía que te conocía, pero no lo hago. Creía que eras diferente a cómo los demás te llaman, pero sólo eres un niño mimado que necesita que le besen los pies para sentirse importante. -Ladré. Mis amigos soltaron un suspiro de sorpresa.- Buena suerte en tu vida, yo ya no voy a estar ahí para salvártela.
Sin siquiera volver a mirarle a los ojos eché a andar a dónde fuera que mis pies me llevaran. Rápidamente Hermione se colocó a mi lado y entrelazó su brazo con el mío. Las lágrimas salían de mis ojos en silencio.
- Ya te has salido con la tuya, Malfoy. -Oí que Harry le dijo.
- Esto no acaba aquí. -Terminó de decir Ron.
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salvándote, draco malfoy;
Fanfiction"El amor es aquello que te hace hacer cosas que jamás pensaste que harías por nadie, ni siquiera por ti mismo." Danae Hudson está tan enamorada de Draco Malfoy que no se imagina una vida sin él, estando dispuesta a anteponer su vida a la de ella si...