salvándote, draco malfoy;

22

Los cuatro estábamos en el Gran Comedor haciendo nuestra tarea de pociones junto a más alumnos. El profesor Snape nos vigilaba.

- Qué desastre... A éste paso seremos los únicos del curso sin cita -susurró Ron. Snape le dio un golpe en la cabeza que me hizo reír.- Bueno... Nosotros, y Neville -bromeó y dejé de reírme.

- Debéis saber que Neville ya ha conseguido a alguien -espeté y seguí escribiendo.

- Oh, ahora sí que estoy impresionado -me contestó el pelirrojo.

Fred le lanzó un papel a Ron y luego le pidió a Angelina Johnson que fuera al baile con él. Esta, naturalmente, aceptó sonriente. Ron miró a Hermione.

- Eh, Hermione... Tú eres chica -le dijo éste. Yo bufé desde mi asiento al lado de Fred.

- Muy agudo -le dijo ésta.

- ¿Vendrías con uno de nosotr...? -empezó a preguntar pero Snape les dio a los tres con un libro en la coronilla.- Vamos, da igual si un tío va solo al baile. Pero una chica... qué triste.

- No iré sola, por raro que te lo parezca ya me lo han pedido -le ladró la castaña. Se levantó, le entregó su tarea a el profesor y volvió a recoger sus cosas-. Y he dicho que sí -se fue a paso rápido del Gran Comedor. Yo fulminé a Ron con la mirada.

- Qué carácter -susurró Harry.

- ¿Es broma, no? -preguntó extrañado el pelirrojo.

- Si tu lo dices... -contestó Harry.

- ¿Y tú, Danae? -dijo Ron y ambos me miraron. Yo los miré con una ceja alzada- No creo que Malfoy haya querido invitarte. Qué pensarían sus amigos si lo ven contigo...

Yo lo miré con los ojos muy abiertos. Ron se dio cuenta de lo que dijo y quiso rectificar, pero yo fui más rápida y me levante. Entregué mis deberes y me fui. Se iban a llevar una sorpresa al ver con quién iríamos Hermione y yo. Los muy idiotas.

[...]

Llegó el día del baile. Hermione y yo nos estábamos terminando de peinar. Cuando ya estuve lista, estaba yendo a sentarme en la cama para esperar a mi amiga cuando ésta dijo:

- No hace falta que me esperes, Danae. Malfoy ya debe estar fuera; yo voy enseguida -asentí y salí de nuestra habitación y al salir por el retrato, Draco me esperaba en su sitio de siempre.

Su pelo, estaba aún más peinado que de costumbre y su sonrisa más radiante. Su túnica de gala era tan elegante que me costaba apartar la vista de ella. Y sus ojos... Sus ojos brillaban más que nunca.

- Estás... Wow -dijo el rubio y yo no pude evitar sonrojarme. Mi vestido negro algo ajustado hacia un contraste increíble con mis ojos verdes y mi pelo oscuro, mientras que mi maquillaje era tan sutil que sólo resaltaba el brillo de labios y la máscara de pestañas.

Draco me dio un beso en la mejilla y ambos fuimos de la mano hasta el Gran Comedor, que era el sitio donde se celebraría el baile. Cuando estábamos a punto de llegar a la puerta, Draco se paró.

- ¿Qué pasa? -pregunté extrañada.

- No, nada, tranquila. Sólo quería comprobar algo -se asomó un poco por la puerta y asintió.- Bien. ¿Vamos?

Yo volví a tomar su mano y llegamos a la puerta. Todos los presentes giraron sus cabezas para vernos, y algunos incluso exclamaron con sorpresa. No sé por qué, pero las manos me temblaban. Harry y Parvati Patil estaban al pie de las escaleras, mirándonos. Yo me fijé en Draco y tenía una sonrisa arrogante en el rostro. Eso era lo que quería comprobar, que Harry estuviera cerca para que nos viera.