24

8.2K 584 82
                                    

El día de la tercera prueba había llegado. Hermione, Ron y yo estábamos en las gradas esperando a los campeones. Los instrumentos de la banda de la escuela sonaban en la primera fila. Dumbledore subió a una tarima y comenzó a hablar:

- Ésta mañana, el profesor Moody puso la copa en alguna parte del laberinto. Sólo él sabe dónde está. -'Miré con recelo al exauror.- Dado que el señor Diggory -la gente aplaudió-, y el señor Potter -aplaudimos también, pero nosotros tres gritábamos por encima de la multitud- están empatados en primera posición, serán los primeros en entrar al laberinto.

Tras ello, Filch apretó el cañón y los campeones entraron en orden de clasificación. Mis manos temblaban.

Pasaron varias horas y ya incluso había anochecido. Fleur y Viktor ya se encontraban con el público tras ser eliminados del laberinto. Sólo quedaban Harry y Cedric dentro.

- Venga, Harry... -Susurraba Hermione mientras apretaba mi mano y movía sus piernas repetidamente. Draco estaba sentado dos filas más arriba de nosotros. Notaba su mirada penetrante en mi nuca.

De repente, Harry apareció en el lugar donde todos estábamos. Todos empezamos a aplaudir y vitorear, hasta que Fleur dio un grito de terror. Entonces reaccioné.

El profesor Dumbledore llegó donde Harry, éste estaba llorando y gritaba cosas que no era capaz de escuchar.

- Hay que sacarlos de aquí... -Decía Cornelius Fudge- Han matado a un muchacho.

No me lo podía creer. Tumbado en el suelo, inmóvil, estaba Cedric Diggory sin vida. Hermione, Ron y yo nos miramos muertos de miedo. El padre de Cedric se acercó al cuerpo de su hijo y empezó a sollozar mientras gritaba. Me partía el alma. Decidimos acercarnos, y se me saltaron las lágrimas ante la situación.

Moody cogió a Harry del cuello de la camisa y se lo llevó dentro del castillo a rastras. Yo decidí avisar a Dumbledore.

- ¡Profesor! -Lo llamé pero no se giró, mientras hablaba con los profesores.

- No tengo tiempo ahora, señorita Hudson.

- Pero es urgente. Profesor, Alastor Moody se ha llevado a Harry dentro. No es de fiar, lo he visto en mis sueños. Créame, por favor... -Le pedí. Él asintió sin siquiera mirarme y se marchó con la profesora McGonagall y el profesor Snape.

Se llevaron el cuerpo de Cedric de allí y el ambiente era frío y tenso, incluso costaba respirar. Hermione y Ron me dieron la mano y los tres caminamos hasta dentro del castillo, para esperar a Harry en la sala común.

Cuando llegó, nos contó que Moody era en realidad Barty Crouch hijo bajo los efectos de una poción multijugos, y que el verdadero Alastor Moody estaba atrapado en un baúl en su despacho.

[...]

Toda la escuela se encontraba en el funeral de Cedric. Dumbledore estaba dando su discurso, mientras el ambiente era lúgubre y triste.

- Creo que tenéis derecho a saber cómo murió exactamente vuestro compañero. Veréis... Cedric Diggory fue asesinado por Lord Voldemort. -Se me cayó una lágrima que rodó por mi mejilla izquierda. El director siguió dando su discurso. Harry me tenía tomada de la mano, y de vez en cuando le daba un leve apretón.

[...]

El último día de clases, las tres escuelas nos despedíamos en la entrada del castillo. Hermione y yo estábamos con las demás chicas charlando, entonces llegó Viktor.

- Toma, Hermione. Escríbeme, ¿sí? -Le dijo y le tiró un beso. Ella sonrió.

- Claro, lo haré.

- Hasta pronto, Danae. -El búlgaro se despidió de mí con la mano.

- Buen viaje. -Contesté sonriendo.

Luego de eso, nos fuimos a buscar a Harry y a Ron.

- ¿Creéis que algún curso será tranquilo en Hogwarts? -Preguntó Ron cuando llegamos con ellos. Los tres reímos.

- No... -Contestó Hermione.

- Lo mismo pienso yo... ¿Qué sería de la vida sin dragones? -Bromeó el pelirrojo abrazando a Harry por los hombros. Los tres comenzaron a caminar pero yo me quedé parada en la columna, mirando el suelo.

- ¿Qué distinto será todo ahora, verdad? -Pregunté. Harry se acercó a mí y me tocó el hombro.

- Sí, pero nosotros seguiremos siempre juntos. -Contestó y yo sonreí. Todos juntos caminamos hasta los carruajes.

- Prometed escribir este verano. -Dijo Hermione-. Pero los tres.

- Yo no... Sabes que no. -Dijo Ron con una leve sonrisa al tiempo que metía las manos en sus bolsillos.

- Vosotros sí, ¿verdad? -Nos preguntó a Harry y a mí.

- Sí... -Comenzó a decir el azabache.

- Una ves a la semana. -Terminé yo y todos reímos. Llegamos a uno de los carruajes y nos despedimos de los otros compañeros, que también se marchaban a sus países.

Aquí termina nuestro cuarto año. Esperemos que el siguiente sea mejor.

salvándote, draco malfoy;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora