Frágiles ©| COMPLETADO

El chico misterioso.

No podía quitarme a Liam de la cabeza. La manera en la que me había mirado hizo que cada centímetro de mi piel se erizara. Estaba con Collin en el coche, y una atracción evidente por parte de los dos se palpaba en el ambiente. Entonces dijo: -¿Es tu novio? -¿Quien? -dije sabiendo perfectamente a quien se refería. -Ya sabes, ese chico al que mirabas fijamente al salir del aparcamiento -dijo arqueando una ceja de forma seductora . -Ah...no -dije mirando a otro lado. -Te gusta ¿eh? -dijo sonriéndome. -No, en realidad es un capullo -dije sin miramientos. -¿Por qué? cuéntame -dijo interesado.

Y no sé por qué, pero quise contárselo. La seguridad que me transmitía aquel chico era arrolladora.

La inteligencia y madurez de Collin me sorprendía por momentos, ya que no imaginaba que detrás de la ironía y el sarcasmo propio de su rol de conquistador habría un Collin comprensivo y educado.

-Vaya sí que es un capullo... -dijo mirando al suelo. -Yo si tuviera a alguien como tú no perdería el tiempo con niñatas -dijo, y es exactamente lo que quería oír. Collin me hacía sentir muy bien, tan bien que por un segundo simplemente nos mirábamos, riéndonos después. Finalmente y conteniéndonos las ganas, me bajé del coche. No quería un triángulo amoroso, si me hubiera besado con Collin me sentiría mal por Jake.

Tenía que aclarar las cosas con él.

Pero sobre todo, tenía que aclarar las cosas con mi madre. No era nada sin ella, y además la echaba muchísimo de menos. Así que llamé a casa y mi madre abrió con una cierta tristeza que emanaba su hermosa cara. -Mamá.. -dije llorando. Y sin pensarlo me abrazó. No sé en qué estaba pensando cuando me fui de casa. Nadie me quiere más que ella y no debería comportarme así. Quizas soy otra niñata...

Las próximas 3 horas las pasé en mi cuarto viendo una película. Al acabar, mi móvil empezó a sonar. -¿Jess? -dijo una voz masculina familiar. -Jake... -dije sin saber que decir. -Tenemos que hablar -dije, y un silencio inundó la habitación.

-¿Qué somos Jake? -dije finalmente. -No lo sé Jess... tú me gustas, pero no sé si es correspondido. Siempre tengo que buscarte yo, parece que no quieres verme. -dijo con un largo suspiro al terminar. -Lo siento Jake, he estado ocupada -dije, y en ese momento supe que Jake no era el adecuado. -...Tienes razón Jake, quizás no es correspondido -dije tímidamente. -Vale.. es mejor que lo digas ahora antes de que tenga más sentimientos. Además, he conocido a una chica... y es muy especial -dijo entusiasmado, y tras oír aquello, un suspiro recorrió todo mi cuerpo.

Estaba muy feliz por él, me alegraba mucho que hubiera encontrado a una chica que le hiciera feliz porque Jake era encantador, pero no era para mí. -Eso es genial Jake, espero que te cuide tanto como te mereces, y también espero que podamos ser buenos amigos... -dije. -Por supuesto Jess -dijo, y al terminar la conversación sentí como me quitaba algo de encima. Jake era increíble, y de verdad esperaba que esa chica le cuidara.

Al día siguiente, llamé a Sally para ponerla al día con todos los acontecimientos que pasaron en mi vida. Ella alucinó con lo de Collin, cosa que sabía de antemano debido a la reacción que tuvo cuando lo vio. Pero la notaba rara, y no sabia por qué. No le dí importancia, quizás se había peleado con su novio.

Los días fueron pasando y Collin se fue sentando a mi lado cada día de clase, siendo todos los dos tan seductor como siempre. Liam sin embargo, no me miraba y estaba ausente, como si su alma se hubiera apagado.

Un día, Collin me ofreció llevarme a un lugar que a él le inspiraba para escribir. Me pareció buena idea, ya que compartíamos aspiración. Al llegar, un hermoso prado inundó mis ojos. Entonces Collin me sonrió orgulloso y me hizo un gesto para que le siguiera. Llegamos a un lugar repleto de hermosos árboles pero uno de ellos destacaba sobre los demás, era el más grande. Ahí justo se dirigió Collin, donde tranquilamente se sentó bajo una manta perfectamente colocada. -Vamos, siéntate -me dijo sonriente. Y entonces eso hice.

Las vistas eran merecidas de inmortalizar. Era como un sueño. Entonces Collin dijo: -Hermoso ¿verdad? -Si.. -dije tímidamente. -Siempre vengo aquí cuando me siento vacío -dijo mirando a su alrededor. -¿Cuando te sientes vacío? -pregunté por curiosidad. -Si Jess. Hay veces que siento que necesito salir de la multitud, de todo un poco, y aquí me siento libre -dijo mirándome a los ojos.

La forma que tenía de hablar hacia que me envolviera en su locura. Pasamos todo el día debajo de ese árbol de ensueño, hablando sobre nosotros, sobre nuestros planes, sobre nuestra vida. Entonces llegó la noche, y decidimos irnos antes de que la oscuridad se pronunciara.

-Ha sido increíble estar hoy aquí contigo -dijo Collin cuando llegábamos a la salida. -Si, increíble -dije apoyándome en su coche. Entonces me besó. Pero no fue como los demás, era un beso esperado, porque quería conocer más sobre él. Sus besos eran pasionales, parecidos a los de Liam.

La noche era mágica, y nos dedicamos a mirar las estrellas la mayor parte del tiempo, había sido un día increíble.

Y aún así Liam no salía de mi cabeza.