Frágiles ©| COMPLETADO

El accidente

No sentía nada. No podía moverme. No escuchaba nada. Solo veía a muchas personas corriendo a mí alrededor. Entonces me volví a desvanecer.

Desperté en un largo pasillo, en el que muchas personas me llevaban con mucha rapidez hasta una habitación. Entonces me di cuenta de donde me encontraba, se palpaba en el ambiente. Comencé a moverme, y a llorar ante el inmenso dolor que de repente comencé a sentir. Entonces todo se volvió a poner negro.

Me desperté con alguien a mi lado. Se trataba de mi padre.

—¡Se ha despertado! —gritó histérico al exterior.

Mi madre corrió hacia mí, con varias lágrimas que recorrían sus mejillas.

—Oh cariño—gritó llorando mientras me abrazaba con fuerza. —¿Por qué lo hiciste? ¡Pense... pensé que habías muerto!—dijo llorando con aún más fuerza.

—¿por qué?—dije débilmente. En ese momento todo se me vino a la mente. Como perdí el control del volante en mi estado, tras marcharme de la casa de Liam. Entonces comencé a llorar, asimilando que me quise quitar la vida. Abrazada a mí madre me desahogué ante la atenta mirada de mi padre, que me miraba con tristeza.

Cuando bajaron para comer algo, alguien entró a mi habitación corriendo. Era Liam. Se desplomó a mi lado y me cogió de la mano. Se me rompió el corazón cuando este comenzó a llorar. Y lloramos los dos, y mis heridas me recordaban el dolor que me recorría el cuerpo.

—Lo siento—dijo hundiendo su rostro en mi pecho mientras me cogía de la mano con fuerza.

Entonces me levanté con cuidado, y me dirigí muy lentamente hacia el espejo del baño. Mi cara estaba repleta de heridas, y sentí como me escocía mientras las lágrimas caían sobre mis heridas.

—¿Qué me pasó?—dije.

—Bebiste y intentaste...—dijo a media voz.

Cerré mis ojos y me volví a reunir con él. Este me miró atentamente y captó mi atención. Más lagrimas sobresalieron de sus ojos verdes y le abracé débilmente.

—Estabas embarazada—dijo entonces.