Frágiles ©| COMPLETADO

Tus juegos

—¿¡Walden!?—dije.

Sentí una rabia increíble. ¿Como había podido seguirme e incluso estar en mi misma universidad? No podía ser posible. Me levanté de repente, y salí hasta el pasillo. Me dirigí al baño, donde decidí refrescarme para volver a la realidad. Se suponía que se trataba del primer día de mi nueva vida y mi antigua vida no dejaba de perseguirme.

Cuando abandoné el baño este se encontraba apollado sobre las taquillas, con un semblante demasiado normal, cosa que me extrañó.

No le dirigí palabra y seguí mi camino, pero noté que me seguía.

—No me sigas —dije adelantando el paso.

—Espera—dijo cogiendo mi brazo. —No fue elección mía ¿vale? Este es el destino de mi beca. No elegí venir aquí y encontrarme contigo—dijo refregándose el pelo.

Di vueltas sin responder nada, pensando en todo lo que me estaba pasando.

—Si te ve Liam...—dije sin dejar de dar vueltas

—Tranquila, sé que estáis juntos. No supondré ningún problema—dijo felizmente, cosa que me sorprendió e hirió al mismo tiempo.

¿Como podía ser que se recuperase tan rápido? Ni si quiera le importaba que estuviera con Liam, parecía muy cambiado.

—Está bien—dije mirándole fijamente y confiando en sus palabras.

—Volvamos—dijo muy sonriente y mostrándome el camino.

Al terminar las clases salí disparada, ya que no quería volver a ver a Walden y provocar un conflicto con mi novio, que estaba esperándome tiernamente en la puerta. Nos subimos al coche y me temí lo peor. Sin esperarlo, Nos cruzamos con Walden, que estaba rodeado de chicas, que parecían enloquecidas con la belleza tan característica que este posee (ya que incluso me contó que hizo trabajos de modelo). Liam agarró el volante con fuerza, y su mandíbula se movió. Le agarré el brazo, en símbolo de cariño y tranquilidad, ya que temía que se bajara del coche en cualquier momento.

—Hijo de... —dijo conteniéndose.

—Déjalo estar—dije mirando la escena por la ventana.

Entonces sin esperarlo, Walden me sonrió mientras se iba con las chicas.

—Voy a matarle—dijo Liam dirigiéndole una mirada asesina.

—Está jugando—dije seria. Y así, con la llegada de Walden a mi vida de nuevo, empezaron mis problemas. De nuevo.