─ ¿Me estai hueveando que le dijiste eso? ─me preguntó la Nacha con una sonrisa.
─Lo hice para sacarle celos no más, pero yo cacho que no funcionó... ─le respondí, fijándome en lo malos que eran los pendejos chicos para jugar a la pelota. ¡La cagaron! Hasta yo jugaba mejor.
─ ¿Y qué te dijo cuando le dijiste que te gustaba el Fede rico?
Quité la vista del partido penca de los pendejos de segundo básico y miré a mi amiga.
─Que ese hueón era pelao', que tuviera cuidado y que cualquier cosa que me hiciera, él le sacaba la chucha, eso.
─Demás está celoso, Lidia ─me intentó consolar mi amiga.
─No creo, hueón...
─Yo sí... Yo sí creo en las hadas, ¡creo, creo! ─hueveó la otra.
A pesar de mi estado emo, esa hueá me dio risa.
─Ahora revivió Campanita ─le dije.
─ ¡Cállate, Wendy! Volviendo al tema del ahueonao del Alonso... tení que aplicar la fase II.
La miré con los ojos entrecerrados.
¿Idioma extraterreste?
─ ¿Cuál es la fase II?
─Sacarle más celos po. Hablar con el Fede rico delante de él... comerte al Fede rico delante de él... ─soltó como quien no quiere la cosa.
No, yo no iba a hacer esa hueá... Por más rico que estuviera el Federico, y por más ahueonao que fuera, no lo iba a usar para sacarle celos a mi Alonso. Solo le había dicho una pequeña mentira a mi amigo, para cachar qué onda su reacción. Tampoco era como si me convirtiera en una pretty little liar profesional.
─Ni cagando. Olvídalo.
─ ¡Me dai rabia, Lidia!
Ya va a empezar a retarme...
─Y sobre la compás ─le cambié el tema antes que siguiera insistiendo en esa mierda de Fidia─, el Alonso me volvió a preguntar si habíamos sido nosotras las que mandaron el mensaje...
─ ¿Y?
─Lo negué de nuevo po, obvio.
─Excelente ─intentó imitar al señor Burns, poniendo las manos como hueona─. Oye, ¿y le contaste todo lo que ha pasado con el Fede rico al Alonso? ¿Qué te defendió del viejo maricón y todo eso?
Rodé los ojos.
Y va a seguir hablándome del Fede malo...
─Sí, sí le conté.
─Entonces... ¡aplica la fase II, maraca!
Gracias al cielo tocaron el timbre así que la culiá de la Nacha no volvió a insistirme con hacer la fase II, sino que se dedicó a hacer los ejercicios de física para poder tener un cuatrito en la próxima prueba.
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─ ¡¿Estai loca?! ─le pregunté a mi mejor amiga, moviendo los brazos hacia arriba─. ¡¿Te caíste de la cuna cuando erai chica?!
Me paré de mi cama y empecé a deambular por mi pieza.
─Sí, creo que me saqué la chucha de la cuna como cinco veces ─me respondió ella, soltando una carcajada.
Me paré en seco y estudié su rostro. No me estaba hueveando, me estaba hablando en serio...
─ ¿No creí que ver tantas series, teleseries y más hueás, te tienen cagá de la cabeza?
