Familia ~parte I~

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«¿Qué se siente amar?»

Aún si en el pasado ese sentimiento me hubiese golpeado justo en la cara, nunca lo hubiera reconocido.

«¿Qué es el amor?»

¿Será lo que narran en las novelas? ¿Lo que viven las parejas que llegan juntos hasta sus últimos momentos? ¿Quizás el afecto que pueda brindarte una mascota? ... La única representación de amor que sentí en mi vida, fue mi abuela. Aunque mis padres discutieran a diario, o ni siquiera se vieran y aunque mis hermanos me hicieran miserable la vida o me ignoraran completamente. Ella era toda mi representación de "hogar" y "amor". Pero cuando ella se fue de mi lado, todo se puso en tinieblas, el día de su partida, nadie fue a su funeral, ni una sola persona, todos esos hipocritas que hacían llamarse "familia" no se presentaron, ni su propio hijo, en su funeral solo estuve yo. Solo una pobre y destrozada rosa se poso en el ataúd de la mejor mujer de mi vida.

«Dudo que alguna vez llegue a amar a alguna mujer tanto como te amé a ti.»

-Dime ¿Qué decía la carta la cúal muy salvajemente lanzaste a la basura?- preguntó el curioso demonio.

-no se a que te refieres.

-oh ¡vamos! ...hoy, 7 am. Llegó una carta a casa, solo leíste el remitente y la arrugaste completamente para luego lanzarla a la basura.

-¿Podrías dejar de espiarme?

-Lindura, soy parte de ti, todo lo que tu sepas, debo saberlo yo.

-Deja de poner excusas, eso se llama espiar.

-pongamóslo así - dijo sentándose en la barra de la cocina - Si te dijera que "me preocupo por tí" me evadirías completamente- sonrió triunfal, acercando su dedo a mi mejilla -Lo ves, justo como ahora, si dijera "justo ahora te ves realmente lindo" te pondrías molesto.

-¡C-Cállate! - titubee apartando su mano de mi rostro

-¿Lo ves? A pesar de que estés rojo como tomate, siempre evades este tipo de cosas, realmente no eres nada honesto con tus sentimientos.

-¿Podrías parar ya?

-¿Quieres que cambie de tema?

-¿Podrías?

-Podría

-Haslo entonces

-Así que...sobre la carta de esta mañana-.

Lance un gruñido de descontento para alejarme de la cocina, aún alejándome podía escuchar su risa ante mi reacción.

-Sabes, si tu tomaste al gato, mínimo deberías alimentarlo

-¡A la orden!- unas pisadas se escucharon luego de sus palabras, seguido de el ruido de comida gatuna cayendo en un cuenco.

Admito que siento una debilidad por los animales, en especial por los pequeños, así que cada vez más me encariñaba con la bolita de pelos. Una vez terminada su comida, fue de pasito a pasito a las piernas del demonio que se encontraba una vez más sentado comodamente en el sofá, se acomodó y procedió a dormise.

-Admítelo, es lindo.

-Quizás lo sea.

-Sino admites que es lindo, quizás admitas que yo te parezco li...

-De acuerdo, admito que el gato es lindo

-Oye...me ofendes -rió levemente, moviendo el gato para el propio sofá- es agradable... -susurró acariciando al felino- para él, nosotros somos su familia.

«Familia...»

-u...ca....cie...ti

-¿Qué?

«Familia»

-Una vez...cada cierto tiempo, tengo la desdicha de ver a mí familia, al parecer, pronto habrá una reunión

-Así que la carta

-Era para anunciar el lugar de encuentro, así como la fecha.

-¿Irás?

-¿Por qué crees que arrugué la carta? El basurero...-tragué saliva- es el lugar donde la basura debe estar.

-Nunca me has hablado de tú familia

-Creí que sabías todo de mi

-Hay cosas que es preferible que me las digas tú.

-Ya es algo tarde y debo irme a dormir- dije tratando de huir de él y de ese tema, pero antes de poder irme, atrapó mi mano-Suéltame.

-Soy tus problemas, no puedes huir de mi

-Puedo tratar...

-no te lo permitiré- entrelazó nuestros dedos y de un tirón me acercó un poco a él

-¿Es necesario que lo diga?

-disculpame...no es necesario, no puedo obligarte a ello pero la verdad, solo quiero saber más sobre ti- llevó su otra mano a mi mejilla y suavemente la acarició sabes que no te encuentras solo, me tienes a mi, yo existo solamente por y para ti.- bajó un poco su mano para tomar mi mentón y hacerme levantar la mirada, una vez mis ojos miraron los suyos, quedé a su merced.

«Odio cuando haces eso...»

Acercando su rostro, poso suavemente sus labios contra los míos, era la segunda vez que nuestros labios se conectaban de ese modo, pero a diferencia de la primera vez, está vez se sintió diferente.

«Cuando te comportas así, no hay nada que pueda esconderte»

-¿Me escucharás?

-Cada palabra.

Cada vez que este tema era tocado, mi garganta se hacía un completo nudo, y mis ojos producían repentinas lágrimas impidiéndome hablar.

«¿Por qué? Lágrimas paren, garganta déjame emitir palabras»

«¿Por qué ahora? Al fin alguien quiere escucharme, entonces ¿Por qué no puedo hablarle?»

-Tranquilo, lo escucharé, escucharé cada palabra cuando puedas decirlas-.

«No...te equivocas »

-Me asegurare de estar ahí para escucharlas, así que por ahora, no te fuerces- habló tan dulcemente como jámas lo había hecho, y una vez más en esos confortables brazos, lloré.

«Quiero gritar todas estas cosas que están en lo más profundo de mi ¿Por qué no puedo?»

-Realmente...tienes el mal habito de llorar tan tiernamente, dejarme con las ganas, para quedarte dormido, eres muy injusto.

«Aún no estoy...dormido, idiota»

-Pero en momentos así, cuando eres tan sincero, es cuando eres más lindo...- susurró dejándome recostado en el sofá -Espero que ahora que esta plácidamente dormido mi bello durmiente no se enoje si reviso la "basura" que tanto dolor le causo- un par de pasos seguidos del ruido del basurero se escuchó a lo lejos.

- Veamos...- rasgó el sobre.

Por un instante el silencio inundo la estancia

-Parece que iremos a una reunión familiar el día de mañana- dijo con un tono de voz que no puedo describir con mis facultades mentales en estos estados, poco a poco su voz se volvió un eco, mi cuerpo agotado exijía descanso y perdiendo nocion de todo, me envolvio la oscuridad, me quede por fin dormido.

-Esto sera muy interesante.

Living with a demonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora