Hola queridos~ ¡Lo que están a punto de leer es una historia fuera de la cronología actual, mírenlo como un spin off!
Recomiendo que si no eres muy fan del BL lemon...será mejor que saltes el capítulo...
Sin más preámbulos...¡Leed y disfrutad!
~***~
Bajo los destellos del sol sus ojos parecen bellos zafiros que se iluminan con la belleza que le rodea, su apagado ser volvió a encenderse de vida.
El modo en que sonríe, el modo en que con sutileza sus dedos rozan con piel, casi imperceptible pero lo suficiente cercana para sentir su calidez, a mi, algo que carecía de vida propia, estar a su lado es como vivir de nuevo, dejar de ver la oscuridad del pasado y comenzar a ver algo nuevo.
-¡Noir! ¿Qué esperas? llegaremos tarde- musitó arreglando su abrigo
-Perdona, solo pensaba- espió ligeramente el modo en que con algo de torpeza intentaba arreglar su rebelde cabellera negra.- Cyrille, ¿es necesario salir hoy?
-Bueno para mañana ya...pero- Sin poder completar la oración fue halado.
Con un par de torpes e inútiles intentos de mantener el equilibrio el ojiazul terminó cayendo sobre el cuerpo del demonio que con un rápido movimiento se había dejado caer al sofá.
-Dijiste "pero" significa que puedes salir después.
-¿Realmente no quieres salir?
-No hoy
-¿Por que no hoy?
-Aunque me preguntes no tengo una respuesta para ello
-Simplemente quieres hacer de flojo todo el día
-Bien podría ser cierto, pero hay una diferencia en lo que dices y la posible realidad.
-¿Cuál sería esa diferencia?
-Quiero tener un momento de ocio contigo
-Incluso cuando me arreglé para salir...
-Déjame apreciarte completamente entonces- dijo suavemente, sabiendo la reacción de aquellas palabras, un fuerte carmín invadió las mejillas de su corazón, llegando incluso a teñir sus orejas- Deberías dejarme verte así únicamente a mi- exclamo con un tono autoritario, deslizando el abrigo que hasta hace poco Cyrille se había colocado.
-Que cosas dices...sabes que es imposible que vuelva a arreglarme así de nuevo- protesto escondiendo su rostro en el pecho del albino
-Entonces seré el único que te vea así...- masculló besando la cabeza del pelinegro. -El único- repitió nuevamente
-¿Podrías callarte?...
-Oblígame a callarme
Nuevamente jugaba con fuego, depende de su humor bien podría enojarse y huir o bien...
Irguió su espalda para mirarlo de frente, colocó sus manos en el pecho del demonio mirándolo directamente.
-¿Qué pasa? ¿No ibas a callarme?
Apretó ligeramente la ropa del que se encontraba en ese momento abajo, acercándose tan rápido como pudo para no retractarse después, deposito un fugaz beso en sus labios.
Aunque en ese corto beso haya dado todo su valor, al demonio no parecía haberle complacido, al contrario, al dar un poco solo querría más, nunca parecía tener suficiente.
«No de él, nunca tendré suficiente de él, de su calor, de sus labios, de su piel»
El albino llevo sus manos al rostro del pelinegro, acariciando su piel le acerco una vez más para proseguir con un beso más, un poco más largo que el primero, le siguió uno segundo, un tercero, los besos no parecían tener fin.