He de decir que cuando a este demonio se le mete algo a la mente, hará todo lo posible e imposible para que lo que él desee se cumpla. Por ello, ahora mismo me encuentro en un taxi rumbo a una casa de campo que al parecer pertenece a mi hermano.
«Recuérdame, ¿Cómo siquiera accedí a esto?»
Ayer después de la charla donde él intento conocerme un poco más, en la cuál terminé llorando y quedándome dormido (esto se está volviendo un mal hábito). La penosa situación comenzó al despertar del día de hoy.
-¿Por qué estoy sentado aquí como si me dieras un sermón?
-Porque esto es un sermón
-Digas lo que digas no iré
-Deberías primero leer el contenido de la carta antes de tacharla de basura
-No necesito leer la basura para reconocerla y saber que lo es.
-Repito, no lo sabrás hasta leerla ¡deja tu terquedad y escúchame!-Nada de lo que digas me hará leerla
-La carta es sobre tu abuela-Sobre...-¿Aún así es basura no? Y la basura debe ir al basurero- dijo sarcásticamente dirigiéndose al basurero
«¡Maldito demonio!»
-¡Espera! -grite tomándolo del brazo - ¿puedes...?
«Y aquí voy de nuevo, perdiendo ante él, una vez más»
-¿puedo...?
-¿Dejarme leer la carta?-.
El sonrió, una sonrisa llena de sinceridad aunque en el fondo se que moría por decirme "te lo dije".Al parecer mi "bella" familia, encontró algunos viejos documentos, algunos de ellos le pertenecían a mi abuela. En ellos descubrieron la existencia de un testamento ¿Testamento? ¿Cómo nunca supe de esto? Más importante ¿Qué cosas tan valiosas contendrá dicho documento para que mi familia haya decidido reunirse? Aunque quizás lo que más me sorprendió es el hecho de que se hayan tomado la molestia de enviar una carta notificándome, en su estado normal ellos bien pudieran haberse peleado a muerte por todas las posesiones que enuncia el documento o en últimas instancias tomar la parte que me correspondía (si es que había una parte).
«Esto es demasiado sospechoso»
-¿Iras?-preguntó
«Sospechoso o no, es sobre ella»
-Claro que iré.
Sin decir media palabra más, con una sonrisa confiada reveló que todo lo necesario para el viaje había sido arreglado por él mientras yo dormía.
-El taxi está afuera esperándote
-Espera... ¿Esperándome? No ¿"nos"?
-Como lo has dicho.
-¡Pero!
-En esto, es mejor que vayas sin mí
-¡Creí que nunca me dejarías!- grite aferrándome a su ropa.
«No me dejes solo, no ahora, no con ellos»
-Y nunca lo haré, aunque no me veas, estaré contigo incondicionalmente pero, hay cosas que debes enfrentar solo- musitó desviando su mirada.
-¡Eso es basura! has estado en cada mínima cosa hasta ahora, pero...
«Te lo suplico»