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Macarena Pov's
Después de esa profunda charla con Nahuel, las cosas cambiaron entre nosotros. No es que antes no nos cayéramos bien, sino que ahora éramos más cercanos, compartimos más tiempo juntos, charlabamos, comiamos y esas cosas que hacen los buenos amigos.
Esteban no volvió, Mateo sí, de hecho fue quien interrumpió el abrazo reparador que nos dimos con Nahuel. Quiso indagar qué había sucedido con mi ex, pero no pude decir demasiado. Hablar con mi vecino me había hecho cerrar ese capítulo de alguna forma, la herida estaba ahí, pero ya casi no dolía. El interés de Nahuel y su apoyo habían construido una especie de cascarita en donde antes había una herida a carne viva. Siempre estaba el miedo a que ÉL vuelva, pero me sentía más fortalecida o más comprendida. Algo así.

El asunto con la universidad aún no estaba resuelto, pero días después del incidente con Esteban recibí un llamado esperanzador:
Nicole,la amiga de Mateo, ¿se acuerdan?, quería que ayude a su hermana con los exámenes de ingreso a la universidad, que me pagaría lo que sea con tal de que la ayude a aprobar. En un principio lo dude, pero a la vez sabía que necesitaba el dinero. Nahuel insistió en el asunto, decía que sí tenía facilidad en ese asunto debía usarlo a mi favor. Así lo hice, y estaba saliendo de maravilla: la primer semana venía a mi casa Celeste, la hermana de Nicole, a la semana siguiente dos amigas de ella también querían asistir y como quien no quiere la cosa, el primer mes no tuve que utilizar el dinero que  mis padres me dieron para pagar los impuestos.

-No sabía que la gente cobraba tanto para dar clases particulares.- Le dije a Nahuel mientras caminábamos hacia un lugar que desconocía. El otoño se hacía presente, y las hojas crujían bajo nuestros pies.

-¿Nunca necesitaste asistir a una?- Me preguntó. Intenté recordarlo, durante la primaria y la secundaria con las clases me alcanzaba. No voy a negar que algunas clases me costaban más que otras, pero con el suficiente esfuerzo lograba superar los exámenes.

Mi silencio fue tomado como una respuesta por Nahuel.

-Había olvidado que estaba hablando con una Super Nerd- Dijo mientras me sacudía por los hombros. Mi primera reacción fue sacarle la lengua. Siempre nos comportábamos como niños, estemos donde estemos.

-Habla el que está por presentarse para concursar por una super beca al extranjero.

Se puso serio, como de costumbre. El tema de esa beca lo ponía histérico, incluso yo fui quien insistió en acompañarlo a dejar los papeles. Él siempre encontraba una excusa para no ir, la semana pasada se había ofrecido a hacerme las compras con tal de no dejar los benditos papeles. En realidad no quería ayudarme, tan solo no quería arriesgarse a fracasar.

-Esto es una estupidez. Estoy por debajo del promedio, jamás voy a quedar. Además, dos años es mucho tiempo, me va a atrasar toda la carrera. Quizá luego ni siquiera pueda terminarla.

Ahí lo tienen a Nahuel: fatalista en estado puro.

-Me secas el cerebro diciendo esas cosas, vos mismo dijiste que si rendís ese examen antes de julio tenés todas las de ganar.

-Lo dije en un momento esperanzador, pero fue solo un momento.

-Y éste es solo un momento patético.

Habíamos llegado. Nos paramos ante las escalinatas de ese imponente edificio, cuando Nahuel se giró a mirarme su rostro reflejaba una sola cosa: Pánico.

-Nunca vas a arrepentirte de esto, si podes arrepentirte de no hacerlo. Así que no hagas que me enoje y subí las escaleras para entregar ese legajo tan completo y envidiable que tenés.

Le dije señalando con autoridad la puerta de entrada. Nahuel soltó todo el aire de golpe y me miró con expresión divertida poniendo los ojos en blanco.

Dale a tu cuerpo alegría, Macarena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora