Capítulo 15.

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Gerard.

La mayoría de la gente siempre suele imaginar su primera vez como algo mágico y bien planeado, delicado y apasionado, lo curioso era que de hecho yo lo viví así.
Después de haber celebrado aquella tarde con Frank, fuimos a su casa y pasó lo que tenía que pasar.

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"Gerard..." estábamos acostados en su cama, desnudos y exhaustos.
"¿Si?" respondí, con voz ronca.
"¿Lo disfrutaste?, que fue tu primera vez..." sonreí de lado y asentí lentamente con la cabeza.

"Mucho, gracias" y nos abrazamos entre las cobijas.

Flashback.

"¡Te juro que llegando a casa colgaré mi cuadro nuevo!" ya era de noche así que Frank decidió invitarme a su casa para pasar un buen rato escuchando música.

Su madre había salido y a decir verdad su casa siempre me había parecido muy acogedora.
Nos encontrábamos sentados en su cama, sonriendo y mirando al techo.
"Probablemente este es el mejor día de mi vida. No puedo pedir algo más" sonreí ampliamente y deposité un beso cálido en los labios de mi novio.

Estuvimos besándonos un buen rato hasta que comencé a sentir un cosquilleo en la entrepierna, Frank lo notó y me dedicó una sonrisa pícara.
Y es que el estar con él me hacía sentir una infinidad de cosas, cosas que nunca había descubierto antes.

"Tranquilo..." murmuró. Dirigió su mano derecha a mi pantalón y la introdujo en mi bóxer, yo comencé a suspirar en su oído y éste me besaba el cuello mientras aceleraba sus caricias debajo de mi pantalón.

"F-Frank..." gimoteé. Nuestras miradas se unían y nuestra respiración se agitaba cada vez más. El menor se deshizo de mi pantalón y volvió a sonreír.
"F-Frank, ah..." volví a gemir. Quería sentirlo, quería explorar sensaciones nuevas en mi cuerpo.

"¿Seguro qué quieres hacerlo?" susurró en mi oído.
Ambos éramos inexpertos en ese tema pero aun así estábamos sedientos, sedientos de placer y pasión.
Asentí con la cabeza dándole a entender que estaba seguro de querer hacerlo y posteriormente Frank me quitó las prendas que quedaban en mi cuerpo, él también se desvistió y lucía perfecto así, tan suave, tan pálido, su piel rozando la mía...

"Hazlo, Frank" estaba sobre mi, podía sentir su respiración en mi rostro y su sonrisa... ¡oh, su sonrisa!, me hacía sentir seguro y preparado. Colocó la punta de su miembro en mi entrada y mordí mi labio inferior, la introdujo lentamente, esperando que no me doliera pero sí que dolía.

"¡Agh, Frank!" gruñí al sentir las primeras embestidas de mi novio, aferré mis manos a su espalda y cerré los ojos. En ese momento casi podía escuchar las melodías más angélicales dentro de mi cabeza, el ritmo de sus caderas, nuestros gemidos al unísono y mis latidos...

Todo era nuevo para mi.

"¿Estás bien?" preguntó, con la respiración agitada. Dolía, si, pero terminé adaptándome y ahora no quería que acabara.
"Lo estoy, Frank" murmuré entre jadeos.

Ahora él había aumentado su velocidad, yo soltaba gemidos ahogados. Sentía el entrar y salir del miembro de Frank, ambos gemíamos con fuerza hasta que finalmente sentí un líquido caliente en mi abdomen y seguido de eso yo me corrí de igual forma en su pecho.

Me tapó con una cobija y se recostó a un lado mío, solté un suspiro profundo y tomé su mano.
Estuvimos unos minutos en silencio total, simplemente observándonos uno al otro.
Había sido espléndido, no sólo le había entregado mi cuerpo, ahora Frank también tenía mi pureza en sus manos.

Le entregué todo.

"Gerard, te amo" le miré y recargué mi cabeza en su hombro derecho, éste aspiró el aroma de mi cabello y sonrió.
"Feliz San Valentín, Frank" cerramos nuestros ojos y nos quedamos profundamente dormidos.

Fin del flashback.

Bostecé y me levanté de la cama.
Busqué mi ropa y me vestí rápidamente, tenía que ir a trabajar y no podía darme el lujo de llegar tarde.

"Espera, te llevaré" sugirió Frank. De igual forma se levantó y se vistió, tomó su chaqueta y sus llaves, pasados unos minutos ya estábamos camino a mi empleo.

"Quisiera que te quedaras conmigo, ¿sabes?" habíamos pasado a comprar un café, la mañana era fría y yo ya iba demasiado atrasado para el trabajo.

"Lo , pero tengo mucho que revisar en la tienda" me encogí de hombros y tomé su mano.
Por una parte deseaba poder quedarme junto a él pero no podía ser irresponsable en otros asuntos.
Llegamos a la tienda y me despedí de Frank.

Ahora no teníamos nada que perder, nuestra relación iba de maravilla y todavía nos faltaba mucho que vivir.

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Perdón si los capítulos son cortos, la escuela y el curso me consumen :c
Ya tengo más capítulos escritos, serán muy intensos.

PD: no falta mucho para que termine esta historia —yo le calculo unos cinco capítulos más, algo así
Tengo varios proyectos Frerard en mente, espero contar con su apoyo cuando suba nuevas historias (: gracias y saludos.

Xoxo.

L o w | Frerad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora