Capítulo 4.

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Toda mi vida me había sentido identificado con lo femenino, me iba más hacia lo artístico en vez de lo brusco —y para las personas el arte estaba más asociado a las chicas—.

Recuerdo que a los seis años, una ocasión la maestra nos había dado hora libre para divertirnos en el patio de la escuela y como era de esperarse todos los niños habían salido a jugar fútbol o luchas y yo sólo me senté a observar los árboles para después intentar pintarlos en mi cuaderno; con ese insignificante suceso comprendí que jamás sería como los demás y aprendí a usar ese don artístico en mi vida diaria.

Mi abuela Helena era muy especial para mi, ella fue quién me enseñó a dibujar y a cantar, me encantaba pasar el rato con ella, siempre teníamos temas nuevos para platicar y solía decirme que yo algún día triunfaría con mi talento. La amaba demasiado y no podía imaginar mi vida sin su compañía.

Hoy había salido con Mikey a dar un paseo, aprovechando la ausencia de nuestros padres decidimos ir por un postre; íbamos caminando con nuestros respectivos helados en mano cuando de repente vimos un montón de gente observando algo que parecía interesante, corrimos hacia ello y nos dimos cuenta de que era un desfile con una banda marchante tocando en el centro, había personas con máscaras y trajes extravagantes, los tambores sonaban con mucha fuerza y había globos por todos lados.

Todo era muy animado y colorido.

"¡Mira sus trajes!" dijo Mikey. "¡Lucen como personajes de película!" yo estaba totalmente distraído observando al vocalista principal de aquella banda, éste lucía muy dedicado a lo que hacía. Estuvimos un buen rato siguiéndole el paso al desfile y quedamos maravillados, Mikey no le quitaba la vista de encima al bajista y yo no podía dejar de sonreír.

Regresamos a casa en la noche, subimos a nuestra habitación y coloqué uno de mis discos favoritos de toda la vida: Low de David Bowie, sin duda él era una gran inspiración para mi, su esencia y su estilo siempre me dejaban atónito y soñaba con algún día conocerlo.
La primera canción comenzó, subí el volumen y me recosté en mi cama, Mikey estaba practicando con la guitarra.

Durante aquellos días me había tomado tiempo para aclarar mis sentimientos hacia Frank, éramos muy distintos y a la vez muy parecidos, sus ojos verdes me hacían creer que la vida no era tan mala después de todo y su voz me parecía la más linda de todas las que había en la tierra, no quería decirle nada a nadie aun por que tenia miedo de lo que dirían —en especial Frank— así que traté de no pensar mucho en ello.

Un par de horas después Mikey había caído profundamente dormido, yo quería tomar un baño así que apagué la lámpara junto a mi hermano para evitarle  molestias, comencé a desvestirme y una ola de recuerdos me invadieron al ver las cortadas que aún eran visibles en mis pálidos brazos.
Tiempo atrás era costumbre auto-lesionarme, había caído en una depresión muy honda, pero gracias a MI mismo pude salir de eso.
Fui sacado de mis pensamientos cuando sentí que el agua ya estaba muy caliente, me quité el bóxer y me metí a la tina; era curioso pero las mejores ideas siempre me llegaban durante las duchas, recordé aquel desfile que había visto horas antes con Mikey y pensé que la banda hubiese lucido mejor si hubieran usado trajes negros —algo así como un desfile de muerte— y fué ahí donde la inspiración llegó a mi, me bañé tranquilamente y al terminar tomé mis herramientas de dibujo para comenzar a crear lo que había llegado a mi cabeza: Un desfile negro.

Mientras dibujaba los bocetos pensaba y pensaba en lo que podría hacer después de terminar la preparatoria, mi abuela había sugerido entrar a alguna escuela de artes visuales pero yo aún tenía muchas cosas que hacer como para preocuparme por eso; sin duda la idea de mi abuela me parecía muy buena opción pero aquí en Nueva Jersey no había escuelas de ese tipo o no que yo supiera.
Y respecto al baile escolar aún no sabía con quien ir, Lyn-Z era muy linda pero seguro aprovecharía el baile para decirle a todos que éramos novios; Frank era buena opción de acompañante, me daba gracia imaginarlo con un smoking holgado y peinado como un anciano, igual se vería gracioso con cualquier cosa que usara gracias a su baja estatura me llegaba exactamente a la nariz— y yo ya no podía esperar más para verlo de esa manera.

Mi madre esperaba que éste año yo si asistiera a la celebración navideña, siempre me decía: "¿Cómo es que prefieres quedarte aquí encerrado leyendo tus libritos en vez de pasar un buen rato?" pero claramente ella no me entendía absolutamente en nada, suspiré al recordar sus absurdos sermones y después bostecé.

Puse mi cuaderno a un lado mío quedando satisfecho con el resultado de mis dibujos, apagué la última luz que faltaba y me cubrí con las sábanas listo para dormir.

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Bocetos originales de Gerard Way para TBP:

Bocetos originales de Gerard Way para TBP:

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L o w | Frerad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora