Capítulo 12.

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2 meses después.
Gerard.

Los doctores lo habían diagnosticado como un "intento de suicidio", y lo había sido pero ahora yo estaba muy arrepentido, es sólo que me sentía aislado y asfixiado, y digo "sentía" por que después de ese accidente las cosas mejoraron, algo hermoso sucedió, algo mágico.

Frank y yo nos hicimos pareja.

No, no era como una relación ordinaria, siempre que salíamos juntos sentía como si el tiempo pasara volando, escuchábamos música juntos en mi habitación, yo siempre le hacía dibujos y él los colocaba uno por uno en la pared de su habitación, me tocaba canciones en su guitarra y yo sentía que mi corazón latía más rápido de lo normal.

Lo amaba, era lo único bueno que tenía en mi vida, nisiquiera éramos la típica pareja que se tomaba de la mano todo el día, nosotros sabíamos cual era el momento perfecto para decirnos cuanto nos habíamos extrañado o cuanto nos amábamos.

Frank era el mejor novio que cualquier persona desearía, era muy dulce; la mejor parte del día era cuando el atardecer estaba por acabar y él me sonreía dando a relucir sus hermosos ojos hazel bajo la luz del sol, esa era la mejor parte de mis días. Incluso habíamos acordado que un bosque cerca de nuestras casas sería nuestro lugar especial, allí tomábamos fotos de la naturaleza y también nos tomábamos algunas a nosotros mismos, recogíamos nueces del césped y las lanzábamos hacia el río, simulando que esas eran nuestros malos recuerdos y nuestros miedos. En sí todo lo que hacíamos juntos era mágico.

En la escuela pasábamos el receso juntos, siempre nos sentábamos cerca de unos arbustos y éste tomaba mis mejillas para después besarme tiernamente, bromeábamos sobre los profesores, yo le contaba todas las novedades en cómics —eso sí, siempre me escuchaba atentamente —; jamás volvimos a hablar acerca de mi accidente, él sabía bien que no valía la pena hablar de ello.

Éste sentimiento era como cuando la brisa rozaba tu piel o como cuando las burbujas de jabón explotaban en tu nariz, así me hacía sentir Frank.
Y ese sentimiento se hacía llamar amor.

...

Omnisciente.

"Gerard..." murmuró el menor, interrumpiendo los pensamientos de Way. "¿Si?" respondió el mayor.

"Toma mi mano" y obedeció, tomó la mano de su novio y sonrió "Cuando era niño solía ir a un lugar especial, era un simple árbol viejo pero significaba mucho para mi..." el pelinegro escuchaba con total atención cada palabra de Iero "Solía ir allá cuando me sentía solo o triste, me sentaba frente a él y observaba el caer de sus hojas, el viento moviendo sus ramas y, encima de todo, sus colores tan vivos..." el menor tenía la mirada perdida mientras contaba su anécdota, observaba fijamente hacia el horizonte como si una ola de recuerdos lo invadieran "Y cuando observaba ese árbol me daba cuenta de muchas cosas. Me propuse muchos objetivos a esa edad y uno de ellos fue ser feliz. Ahora lo soy, soy feliz a tu lado, Gerard" a esto, el mayor sonrió ampliamente.

Ambos eran felices, por primera vez en sus cortas vidas, lo eran.

Había comenzado un nuevo año, pero obviamente éste era muy distinto a los demás, ya era 1996 y ellos jamás olvidarían aquel año, jamás.
Bien decía la gente: "corazones rotos pueden volverse a unir con sus piezas destrozadas".

Algo que Gerard realmente amaba, era guardar las fotografías que le tomaba a Iero, las tenía guardadas en un cajón de su habitación y siempre que se sentía solo las tomaba y las colocaba debajo de su almohada.
Ésta vez definitivamente todo había cambiado, ahora todo era pasado, sólo era humo y lo único que les importaba era el hoy.

Way's House.

Después de una linda tarde con su novio, Gerard llegó alegremente a su casa, subió a su habitación y se recostó en la cama.

"Oye, Mikey..." Gerard le había confesado todo al castaño, no quería tener una relación a escondidas ni mucho menos quería mentirle a su único hermano.

"Dime, Gee" contestó el menor. "Sólo quería agradecerte por haber sido tan comprensivo respecto a todo esto. Tranquilo, Frank es buen chico, lo juro" el pelinegro sonrió al decir eso último por que de hecho Frank si era buen chico, a pesar de su rebeldía y problemas, lo era.

"Oh, calla. No soy un niño, Gerard; que Frank jamás te haría daño, me cae bien de todas formas" éste sonrió levemente y se encogió de hombros "Además, no necesitas la aprobación de los demás, ve y feliz con él, lo mereces..." Gerard estaba orgulloso de la madurez que Mikey tenía, por algo era su mejor amigo.

"Eres el mejor hermano del mundo, ¿lo sabías?" el pelinegro se levantó se su cama para así poder abrazar al menor. Lo amaba y el saber que tenía su apoyo lo hacía sentir infinitamente feliz.
"Te amo, hermano" Mikey no era muy expresivo sentimentalmente, pero cuando demostraba sus sentimientos lo hacía de corazón.

Ambos bostezaron y se acostaron en sus respectivas camas, Gerard sacó de su mochila la foto que le había tomado a Frank en la tarde, era hermosa y especialmente en ésta los ojos del menor lucían más brillantes de lo normal. Sonrió, le dio un último vistazo y se quedó profundamente dormido.

—Te amo, Gerard Way.

—Te amo, Gerard Way

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