Amanda es una tierna escritora que termina trabajando con el FBI en la UAC, donde conocera una nueva faceta en su vida, nuevas amistades e incluso un nuevo amor.
Los personajes de esta historia no me pertenecen, son de la serie Mentes Criminales cr...
Cuando Elizabeth recibió la llamada de Amanda diciendole que habían atrapado a Tobias hacia una semana la mujer se había puesto muy feliz, después de todo, aquel hombre era un monstruo, cuando Amanda le pidió hacia dos días que declarara en el juicio Elizabeth no le vio problema alguno, no hasta la mañana misma, con su permiso para ausentarse a la oficina de repente se sentía muy nerviosa, se vio tentada a decirle a su amiga que no podría ir pero cuando pensó que si ella se sentía asustada Amanda debía estar aterrada y necesitaba de su apoyo. Sin mas dudas se arreglo para salir, se puso un vestido entallado hasta la rodilla con un escote en la espalda y cuello alto de color negro, opto por unos tacones dorados de punta y un abrigo verde esmeralda, tomo sus gafas de sol y una cartera oscura para salir de casa de los Collins, pasando antes por la puerta de Amanda, toco dos veces y tras conseguir su permiso observo a su amiga en un vestido gris de estampados flores, con medias de lana y botas, se hizo con una chaqueta roja para cortar con la neutralidad del conjunto y con un suspiro miro a la castaña.
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-te vez hermosa...en definitiva la mas sexy escritora deWashington-dijo Elizabeth con una sonrisa.
-y tu estas guapísima- exclamo Amanda quien no podía enmascarar su miedo tan bien como lo hacia Elizabeth.
-de acuerdo, basta de cumplidos, andando- le motivo la castaña, se despidieron de la familia de Amanda y Elizabeth se ofreció para conducir...fue un viaje cayado, al parecer Amanda se negaba a hablar mucho y Elizabeth con sus nervios de punta tampoco encontraba tema, en aquel juicio todo se definiría y sinceramente significaba el gran cierre en ese ciclo destructivo que había significado Tobias para la rubia, pronto entraron a Washington y cuando encontraron un lugar para parquear caminaron hacia los juzgados ¿porque todos parecían panteones gigantes? con sus grandes estilos clásicos de triples alturas y sobre pedestales que significaban poder...todos de color blanco y con frontones ¿porque con tantos avances arquitectónicos seguían haciendo el mismo historicismo clásico? y Antes de que ELizabeth lograse responderse aquella pregunta ya se encontraba en la cima de los 12 escalones que generaban el peristilo sobre el cual reposaba el pedestal en donde se encontraba el acceso al edificio tras un peristilo monumental que solo le intimidaba mas.
-Collins- escucharon una voz masculina junto a ellas y como si sus temores desaparecieran con la mera parecencia del Agente Hotchner, Elizabeth al fin logro sonreír con honestidad-aun falta tiempo para que el juicio comience- comento mientras se acercaba.-Todo acabara hoy- dijo el pelinegro como si fuera una promesa reposando una ses manos sobre el hombro de Amanda, luego levanto la mirada para ver a Elizabeth y con una sonrisa ale saludo. Aquella situación era un poco incomoda, verle le relajaba y le llenaba de seguridad pero al mismo tiempo no staba segura de como actuar con el, en un principio ELizabeth solo quería saludarle como si fuera cualquier persona pero temía que notara lo nerviosa que estaba, aquel hombre parecía poder leer su mente, y ella insegura de como proceder solo podía actuar aun mas extraña, como si toda la seguridad le abandonase tan pronto estaba frente a el, como si de repente no necesitara sus murallas de seguridad disfrazadas de bromas y sarcasmos, con esos pensamientos en su cabeza ni siquiera noto el instante en que alguien se acerco por detrás, mas aun fue su sorpresa al sentir el abrazo.
