Capítulo 10

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Arnold se encontraba sentado en su despacho. Después de leer las tres primeras páginas, decidió que ya era bastante tarde como para quedarse leyendo; tenía responsabilidades con su hijo, además no quería preocupar a su madre. Así que, con toda la pena, tuvo que cerrar el diario y darse prisa hacia la casa de huéspedes; donde por su puesto lo recibió el pequeñín. Le besó en la frente y platicaron durante la cena, preguntándose el uno al otro sobre su día. Reposaron un poco la comida, y Arnold le ayudó a su madre a lavar los platos. Una vez terminado todo se despidieron todos para ir a dormir, pero él se escapó a su pequeña oficina improvisada que había instalado. Y fue allí cuando leyó.

9/1/2006

Llegué un poco tarde. El avión se retrasó, por poco pierdo el equipaje y Frank estuvo molesto todo el día. Cuando llegamos era de noche y mi hermanita ya se había marchado a la cama. Me decepcione un poco al saber que no podría verla, pero mami y papi nos recibieron muy felices. Papá me regaló a regaña dientes un teléfono, lo cuál me sorprendió, papá es muy orgulloso y no acepta de ninguna manera la competencia; sin embargo quiso darme gusto. Él sabía que yo quería un teléfono celular con ansias.

No obstante ya tenía uno. ¿Qué haría yo con dos teléfonos celulares?

Recordé el cumpleaños de Helga y me alegre por tener algo más que regalarle. Porque le regalaría mi viejo (no tan viejo pues lo compré hace poco) teléfono celular.

Nos fuimos a dormir, ya era tarde, y a la mañana siguiente me desperté extra temprano para hacer un desayuno mega especial.

Siempre me ha gustado estar con mi familia, disfrutar de su compañía y consentirlos. Pero... esa mañana en particular, las cosas se pusieron un poco intensas.

― ¿Enserio dijiste eso papá? ¡No pudiste haber dicho cosa más bruuuutal!.— Enfatizaba Helga. Moviendo el tenedor de un lado a otro, dándole más efecto a la exclamación. La lasaña que hice salpicó en todos lados manchando su bonito camisón rosa pastel. Mamá le ordenó que callase y tuviera más respeto por papá. Helga rodó los ojos con fastidio.

Papá estaba por las mismas. ― Bueno, ¿y qué querías que hiciera niña? ¡Solo disfracé la verdad! Todo el mundo hace eso.— Se excusó papi. Helga suspiró con exageración; me recordó a papá cuando se enfadaba.

― ¿Te das cuenta de que el director se enfadó? ¿Y qué tal si se toma venganza conmigo? ¿Qué haré si no llego a la universidad?.— Esto último lo dijo mirando al techo de la cocina muy teatral. Tengo que admitir que se veía un poco graciosa.

―¡Bahh! tú no necesitas eso Olga, te conseguiré un marido potencial para entonces, no necesitas ir a la universidad para ser esposa.— dijo cruzandose de brazos. Me extrañó que papá digiera eso, creo que me perdí de algo cuando estaba fuera. Helga sin embargo, permaneció impasible, sin mover ni una pestaña. Ambos se miraron el uno al otro, retándose con la mirada. La tensión empezó a subir en la habitación a tal punto que me dieron escalofríos. Mamá rescató la escena ofreciéndose a llevar a Helga al instituto.

Ése sin duda, fue un desayuno extraño.

9/1/2006

Acabo de llegar del Super, no había nada en la despensa, así que tuve que comprar los ingredientes para comida que haría ese día. compré un poco de chocolate, sé lo mucho que mi hermanita bebe lo disfruta; Si no la conociera, diría que está obsesionada, también bastantes fresas para papá y un vino tinto para mami. Estoy tratando de ser un poco equitativa con mi familia, papá y mi hermanita bebe no soportan el recibir menos que el otro. Me gustaría que lo vieses, pero no puedes porque eres un diario. En todo caso, siempre recordaré las graciosas escenas de confrontación entre papi y Helga. Creo que Helga ha sido la única en toda la familia Pataki que sabe molestar de verdad a papá.

En Busca de una Familia (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora