Capítulo 12: Feliz cumpleaños, Jeremy
Ha pasado una semana desde el accidente que tuve. De vez en cuando, me asaltaba un dolor muy fuerte en la cabeza que llegaba al punto de ser casi insoportable, pero el doctor me dijo que no era algo extraño. Debido al enorme golpe que me di cuando el auto me lanzó quién sabe cuántos metros, es normal que esta clase de dolores se hagan presentes. Sin embargo, aclaró que, si el dolor persistía por más de dos semanas, no dudara en ir con él nuevamente. Ahora solo me queda una maldita semana aguantando estos molestos dolores.
Las cosas con Tyler han sido... "normales", si es que así se les puede decir... Pensándolo bien, no, la verdad no. Ya casi no intercambio palabras con él, nada más actúo como si fuera mi profesor y ya. De hecho, la maestra Wilson se le sigue acercando, y él no hace nada para evitarlo. Poco a poco lo iré olvidando. Será muy difícil, pero lo lograré... creo. Además, tengo a Jensen, quien se ha preocupado mucho por mí desde el día del accidente. Aunque le he dejado en claro mil y una veces que él no fue el culpable, se siente de esta forma y estos últimos días, cuando llego a mi casa, él ya se encuentra ahí. Para mi sorpresa, mis papás lo recibieron muy bien a pesar de los tatuajes que sobresalen de su cuerpo y su tan peculiar forma de vestir. Tyler dijo que se encontraba con nosotros viendo películas cuando sucedió el accidente, y le agradezco mucho el hecho de que no nos haya delatado a ninguno de nosotros. Para mi desgracia, sé que las cosas no se quedarán así, y tarde o temprano, pedirá algo a cambio.
En este momento, Bella, Brad, Amy, Britney y yo nos encontrábamos en la salida de la escuela. Le habíamos pedido a otro amigo que distrajera a Jeremy por unos minutos para así, salir con rapidez y darle su sorpresa.
—¿Serpentinas verdes? —se quejó Bella—. Les dije que Jeremy odia el color verde. Les aclaré que compraran serpentinas moradas o azules.
—Solo había verdes y rosas, y sabemos que el rosa no es un color muy apto para hombres —se defendió Brad.
—Los hombres también pueden usar rosa, idiota. —Amy le dio un golpe en la cabeza, haciendo que él se quejara.
—La cosa es que solo encontramos de ese color, Bella —intervine. Mi mejor amiga hizo un puchero tal cual niña de cinco años.
—¿Y no pudieron ir a otra tienda y...?
—¡Ahí viene Jeremy!
El grito de Brad nos hizo escondernos inmediatamente, excepto por Bella, claro está. Afortunadamente, ella ya no siguió quejándose por el color de las serpentinas. Salvada por la campana. Además, estoy segura de que Jer no notará el color.
El novio de mi amiga sonrió enormemente al verla con una enorme caja donde guardaba su regalo y la abrazó. Se dieron un apasionado beso y todos nosotros, que estábamos escondidos, hicimos gestos de asco. Quisimos soltar una carcajada por el extraño gesto que Brad había hecho, pero nos tapamos la boca con rapidez para evitar arruinar la sorpresa.
—Mi amor, feliz cumpleaños.
—Gracias, amor. —Tomó el regalo, completamente emocionado—. ¿Lo puedo abrir?
—Claro, es tuyo. —Sonrió.
Jeremy quitó la tapa de cartón con un moño rojo y la aventó a un lado. Hizo un gesto de sorpresa y empezó a sacar cada una de las cosas dentro de la caja. Se trataba de un retrato con puras fotos de ellos dos, un oso de peluche sosteniendo un corazón y un disco de The Beatles autografiado por Paul McCartney y Ringo Starr (que no sé cómo lo consiguió y no sé por qué no prefirió dármelo a mí).
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El Mejor Profesor
RomanceÉl está de regreso. Mi mejor amigo, al que no he visto por más de cinco años, ha regresado a la ciudad. ¿Lo peor de esto? Él, ahora, es mi nuevo profesor... [Novela original. Cualquier publicación sin mi consentimiento, favor de avisar.] Tráiler: ht...