El Mejor Profesor

Capítulo 27

Capítulo 27: Una Navidad no tan agradable

Una de mis festividades favorita era, sin duda, Navidad. Mucha comida, muchos regalos y mucho alcohol... Suena como la festividad perfecta. También, en este día tan hermoso, convivías con tus seres queridos y tratabas de olvidarte de los rencores con otras personas, enviándoles un mensaje que podrían provocarle una sonrisa. Eso hice al escribirle un mensaje de texto a Jensen, deseándole una Feliz Navidad y pidiéndole perdón por los acontecimientos sucedidos hace algunas semanas.

En todo este tiempo he pensado seriamente en el asunto, y no solamente él tiene la culpa. Yo también la tuve y, sin embargo, lo traté de la peor manera, diciendo que él era el único culpable. Le he enviado mensajes pidiendo que nos viéramos, pero no me responde ninguno de ellos. Me rendí hace como tres días, pero aproveché para enviarle uno más en este momento. Solo espero que pueda verlo y me responda, porque ya no sé si no lo hace porque no quiere o porque algo malo le sucedió, y esto último me preocupa demasiado.

El reloj marcó las 12 de la noche, haciendo que mis padres chillaran con felicidad. Reí porque, a pesar de su edad, siguen comportándose como adolescentes. ¿Y cómo no, si aquí se encuentran sus mejores amigos con los que han festejado demasiados días como estos?

—¡Feliz Navidad! —gritamos todos al mismo tiempo.

Entre todos nos empezamos a abrazar, aunque éramos pocas las personas que nos encontrábamos en mi casa: Anna, madre de Tyler; Maurice, padre de él; mi mamá, mi papá, Tyler y yo. La familia de ellos vivía en otra ciudad, al igual que la de mi mamá. Ella y la madre de Tyler eran mejores amigas y se mudaron aquí a Londres por sus estudios, y fue donde conocieron a sus esposos, se casaron y nos tuvieron a nosotros. Como Tyler y yo éramos hijos únicos, siempre estábamos juntos, sin importarnos la diferencia de edad. Por eso, a nuestros padres les agradó que él y yo fuéramos pareja. Aun así, espero que ninguno de nosotros meta la pata porque podría desatar algún problema entre nuestros progenitores, y es lo que menos quiero. Los padres de Tyler también son muy importantes para mí. Incluso, su mamá sabe algunos secretos que la mía no, como cuando me ayudó a salir de la cárcel a los 16 años por estar bebiendo en una fiesta al pagar mi multa. Le prometí que le devolvería el dinero, pero ella me amenazó con decirle a mis padres si me atrevía a pagarle. También, le pedí consejos para mi primera vez que, se suponía, iba a ser con Jensen aquella vez que mis papás nos interrumpieron.

De todas formas, sus consejos los tomé para tener relaciones con su hijo. Ups.

Por eso y más, no quiero decepcionarla. Ella es una persona muy importante para mí, y por eso, hago lo que puedo para no hacer sufrir a su hijo y, al mismo tiempo, no hacer sufrir a ella.

Después de que abracé a mis padres y a los de Tyler, me acerqué a mi novio y lo abracé fuertemente. Rodeó mi cintura con sus brazos y me elevó unos segundos, para después, dejarme en el suelo y depositar un beso en mi frente.

—Feliz Navidad, nena. —Bajó su cabeza para mirarme.

—Feliz Navidad, Tyler. —Me puse de puntas para besarlo. Sí, las desventajas de estar pequeña—. Espero esta sea la primera de muchas Navidades más.

—Así será.

Estuvo a punto de besarme, pero mi mamá se acercó y nos separó antes de poder juntar nuestros labios.

—Dejen de ser tan dulces y vayan a abrir los regalos.

Había comprado regalos para todos con mis ahorros: a Anna le di un perfume, a Maurice, una gorra; a mi mamá, un collar en forma de corazón; a mi papá, dos corbatas (ya que las usa mucho por su trabajo); y a Tyler una playera de Green Day, una almohada en forma de balón de football americano y una cartera de Green Bay, su equipo favorito. A cada uno le di su regalo y, al darme las gracias, empezaron a abrirlos.