Capítulo 10

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Capítulo 10: La pelea


Lo miré, triste, a través de la ventana. Él negó con la cabeza, dando a entender que no era lo que pensaba, pero lo ignoré y seguí mi camino con Brad.

No entendía por qué seguía insistiendo con lo mismo: que la profesora Hannah no era nada suyo. Si así fuera, no saldría con ella, no estaría hablándole todo el tiempo en los pasillos y mucho menos la invitaría a entrar a su auto. Si en verdad estuviera enamorado de mí como dice, ya le hubiera puesto un alto a lo que sea que tiene con la rubia esa.

—¿Elle? ¿Estás bien? —me preguntó el otro rubio.

—Sí, sí —dije rápidamente—. No es nada.

—No te quedarías callada por nada, Elle —agregó—. No te preocupes, no necesitas decirme lo que te pasa, pero sabes que aquí estoy si necesitas algo.

—Gracias, Brad. —Le di una leve sonrisa.

—Ven aquí, pequeña. —Me jaló del brazo y me atrajo a él.

Brad pasó sus brazos por mi cuerpo, y yo rodeé su torso de igual forma. Soy una persona algo ruda, y siempre he tratado de aparentar eso, pero no se le niega esta clase de cosas a nadie. Lo que más quería en estos momentos era un abrazo de alguien, y qué bueno que este chico fue el dichoso en otorgármelo.

Volteé mi mirada hacia el auto de Tyler, quien no ha parado de mirarnos desde que llegamos al auto de Brad. Y, efectivamente, aún lo hacía. La mirada de Tyler representaba enojo de vernos abrazados, pero no le tomé importancia. Yo no puedo salir con alguien, pero él sí. ¿Quién se cree?

—¿Estás mejor? —Brad se separó de mí y me miró.

—Sí, gracias. —Sonreí de forma sincera.

—Vamos al parque, entonces.

Abrió la puerta del auto para que entrara, y eso hice mientras le daba las gracias. Después, se fue al lado del conductor y empezó a conducir. Brad encendió la radio dejando una canción de los 80's de la cual desconozco el nombre. En todo el camino, nos mantuvimos en silencio. Creo que Brad sabe que me encuentro algo triste y no quiere meterse en mis asuntos. Después de todo, agradecía que respetara mis pensamientos. Si estuviera insistiendo en que le contara, lo más probable es que lo mandaría al diablo.

El recuerdo de Tyler y yo en la biblioteca se vino a mi mente antes de que me diera cuenta. Ya no sabía qué hacer, ya no sabía qué pensar. Esto está mal, definitivamente. Trato de no pensar en Tyler, pero no puedo. ¿Cómo voy a poder dejarlo de lado, si lo veo todos los días en mi escuela? ¿Cómo voy a dejar de pensar en él, si fue una parte importante en mi vida y puso mi mundo patas arriba con su regreso? Doy gracias que tengo a Bella y ella no me juzga por todo lo que le cuento sobre este tema. En cambio, si les digo a Amy y a Britney, no sé cómo reaccionarían. No es que no les tenga confianza, pero ellas son más... cerradas, en cuanto a esto, y no dudarían en decirme que no interviniera con un profesor. Porque, a final de cuentas, eso es lo que Tyler sigue siendo: un profesor, y yo su alumna. El hecho de que hayamos sido amigos íntimos hace años no quiere decir que lo seamos ahora, porque él se encargó de arruinar todos esos años de amistad y tirarlos a la basura.

—Llegamos —dijo Brad, sacándome de mis pensamientos

Efectivamente, habíamos llegado. He vivido mis casi 18 años de vida en esta bella ciudad, pero nunca había venido a este parque que lucía como el de un cuento de hadas, los mismos que adoraba cuando era niña y que, ahora, solo me dan asco. Menos Mulán, esa historia sí que nunca me cansaré de verla.

El Mejor ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora