Capítulo 28

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Capítulo 28: Una aventura en Manchester


ELLE

Llegamos a Manchester un poco después de las 6 de la mañana, así que decidimos estacionar el auto y dormir un rato para reponer las energías que perdimos en todo el trayecto. Coloqué una alarma a las 9 de la mañana ya que no podíamos perder el tiempo en esta ciudad, no después de que le dejé un mensaje de texto a mi mamá donde decía que Bella y yo iríamos a ver a un cantante a Manchester. Fue una excusa demasiado tonta, pero fue lo primero que se me ocurrió. Solo espero que no le llame a Tyler porque ahí sí que estamos perdidas, y por supuesto no le iba a decir que vinimos a Manchester a buscar a Jensen. Se alteraría por completo.

—De acuerdo, ya estamos en Manchester... —exclamó Bella, mirando hacia enfrente mientras buscaba un lugar donde pudiéramos desayunar—. ¿Ahora qué?

—¿Por qué no nos trajimos a Jeremy?

—Lo mismo me pregunto en este momento. —Rodó los ojos y tomó su celular debido a que tenía una llamada entrante—. Hablando del Rey de Roma...

Bella estacionó el auto respondió a la llamada. Cuando su novio preguntó dónde estábamos, ella le dijo la verdad. Por supuesto, Jeremy empezó a gritarle miles de cosas, como que les haya mentido a sus padres, que manejara por carretera a altas horas de la madrugada y que decidiéramos irnos a una ciudad desconocida por nuestra cuenta.

—¿De quién fue la idea de ir a buscarlo? ¿De Elle?

—No, mía —afirmó mi amiga.

—¡¿Es que acaso ya te está contagiando su locura?! No se muevan de la ciudad, estaré ahí en cuatro horas.

Sin decir más, colgó. La miré con preocupación, y solo se dedicó a encogerse de hombros.

—Ve el lado bueno. Tendremos más ayuda para encontrar a Jensen.

Bueno, en eso tenía razón.

Ambas nos bajamos del auto y entramos al pequeño restaurante. Buscamos un lugar hasta el fondo y nos sentamos una frente a la otra. Un chico llegó a dejarnos los menús, presentándose como Damien y diciéndonos que él será el encargado en atendernos y vendría en unos cuantos minutos por nuestra orden. Le agradecimos y empecé a ver la carta frente a mí para decidir qué desayunar. Sin embargo, mi mente se mantenía en otro lugar.

Me siento muy mal al tener que mentirle a Tyler de esta forma, pero sabía que, si le decía mis planes, no dudaría en encerrarme en su casa y ya no dejarme salir por una semana. Pero, a pesar de lo sucedido entre Jensen y yo y de todas las palabras tan horribles que le dije, no me iba a quedar de brazos cruzados. Su tío lo necesita, y él necesita a su tío. Sea lo que sea en lo que está metido, yo me encargaré de ayudarlo a salir.

Ni siquiera me di cuenta de que me había perdido en mis pensamientos sino hasta que Bella tronó sus dedos frente a mis ojos. La miré con curiosidad, y luego al mesero a nuestro lado. Vaya, ¿tan rápido pasó el tiempo?

—El chico preguntaba qué ibas a ordenar —me reprendió.

—Eh... pues... —Miré la carta rápidamente—. Unos hot cakes con mermelada, unos huevos con tocino y un vaso de jugo de naranja.

—En unos momentos les traigo su orden.

Le dimos las gracias al chico y, sonriendo levemente, se alejó de nosotros. Entrelacé mis dedos con los codos recargados en la mesa y miré a mi amiga, quien suspiraba con cansancio.

—Estamos en Manchester sin ningún plan, Elle. —Subió su vista hacia mí—. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a encontrar a Jensen si ni siquiera nos responde las llamadas? Manchester no es una ciudad muy pequeña que digamos.

El Mejor ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora