Esteban.
-¿Quién eres?... - Fue lo que dijo Jack cuando su mirada conectó con la mía.
¡¿Qué?! ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Por qué no puede...?!
-¡Jovencito, despierte!- De un sobresalto me desperté. Al abrir mis ojos vi el rostro de una enfermera. ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Sólo ha sido un sueño?!.
-¿Q-Qué?...- Pronuncié levantándome rápidamente y buscando con la mirada a Jack.
-Tranquilicese. Lo vi muy inquieto mientras dormía y decidí despertarlo antes de que usted despierte al joven Jackie- Me calmaban las palabras de la joven enfermera, quien por cierto, fue tan amable al traerme algo de comida.
Después de dedicarme una sonrisa amable y de atender a Jack, salió de la habitación. Me levanté del cómodo sillón en el que dormí y le dediqué un buenos días a Jack, y me lancé directo a probar mi desayuno. No era como la típica comida horrible y desabrida de hospital, era muy saludable pero deliciosa. Terminé cada bocado y después de recoger todo me coloqué al lado de Jack nuevamente, deseaba que los días transcurrieran rápidamente hasta llegar al momento en donde todo esté en calma y todo sea como siempre ha sido (obviando lo malo, claro).
Tomé su mano y él seguía bajo el efecto de los medicamentos pero al menos mostraba un poco de paz. Temía que esa paz se convirtiera en desesperación, que volviera a caer en pánico, que su mente no se colocara en orden y olvidara todo lo que hemos pasado juntos. Haría todo lo posible por sacarlo de ese estado.
Le di un beso en la mejilla y me dirigí al baño a refrescarme. Después de unos minutos me quedé observándome en el espejo. Me empezaban a salir ojeras y mis huesos estaban más pronunciados, obviamente estaba más delgado y demacrado. Dejé salir un suspiro y me enderece enseguida con determinación.
Si quiero cuidar de Jack, tengo que cuidar de mi mismo para no ser un estorbo.
Me volví a enjuagar la cara y salí con una toalla en mis manos hacia la cama de él. Al verlo me sorprendí, estaba despierto. Su mirada estaba posada sobre sus manos, las cuales temblaban levemente.
-Jack...- Pronuncié suavemente para no alterarlo. Me acerqué poco a poco y me senté a su lado.
-...S-Sangre...- Dijo sin dejar de observar sus manos.
-¿Qué?- Pregunté y tomé sus manos, sus vendas estaban un poco teñidas de rojo, lo cual debió de haber apresado sus puños abriendo sus heridas nuevamente-No pienses en eso. Ahora estas bien y estamos juntos-Sonreí para él mientras levantaba su rostro y me observaba.
-¿Esteban?. ¿Qué es lo que está pasando? Yo...
-Todo está bien, no pienses en nada, yo estoy contigo. Pronto volveremos a casa, ¿verdad?- Dije manteniendo mi sonrisa.
-¿A casa?...No quiero volver con él- Aunque sus palabras fueran firmes, su mirada mostraba desesperación, pedía ayuda desde ese vacío en el que se encontraba.
-Ya no volverás con él. Estarás con tu padre, Stacy y tus hermanos pequeños- Bajé sus manos mientras hablaba suavemente.
-...Esteban...te extrañe tanto- Susurró sin observarme.
Quedé paralizado, me tomó por sorpresa esas palabras. Comencé a sentir ese sentimiento que ya había olvidado, que no recordaba por el paso del tiempo. Mi corazón se aceleraba como cuando terminaban las clases de gimnasia, pero esto era diferente. Tomé su rostro con cuidado y le planté un beso, el que estaba conteniendo desde que lo vi, pero ya no podía seguir absteniendome más.
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¿Un Chico En Mi Vida? |ChicoxChico||Yaoi|
FanfictionJackie Peck, un chico pelinegro de 16 años, al tener una vida un poco agitada debido a sus padres ingresa en un nuevo instituto, con nuevas personas, algunas buenas y otras malas, nuevos problemas, nuevos romances, nuevos sentimientos y nuevas decis...