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Esteban.

Desperté con una cálida y húmeda sensación en mis labios, con mi corazón queriendo salir de mi pecho y ahora hipnotizado por su rostro, me aferro al cuello de Jack para sentirlo más cerca. Él abre sus ojos lentamente y con su mano acaricia mi mejilla dulcemente, vuelve a lamer mis labios y con solo eso pide permiso para probar lo que hay más adentro. Ahora, yo acaricio sus labios con mi lengua e inmediatamente se adentra a mi boca, mi cuerpo tiembla al sentir ese cálido tacto y movimientos que ocurren dentro de nuestra bocas, saboreandonos y disfrutando cada segundo.

La falta de oxígeno decide que es el momento de separarnos, nuestras miradas se encuentran y con la respiración entrecortada Jack acaricia con su pulgar mis labios, eliminando el rastro de saliva. El sonrojo en mis rostro es cada vez más grande y mi mente sigue nublada, no quiero pensar en nada, sólo lo quiero a él. Mis manos acaricias su sedoso cabello hasta llegar a su cuello y su mano viaja a mi espalda para luego juntar nuestros cuerpos, como si fuese posible.

Un pequeño escalofrío recorre todo mi ser. Anhelaba sentir nuevamente su cuerpo tan cerca del mío, poder sentir sus labios, tocar su silueta y sentir su esencia. Al recuperar el aliento volvemos a besarnos pero con más intensidad, hambrientos uno del otro nos devoramos con un solo beso, apenas pequeños suspiros se pueden escapar y con desesperación introduzco mis manos dejado de la camiseta de Jack, logro sentir su piel calentarse y su corazón acelerado, además de viajar por todo su torso recorro cada una de sus cicatrices.


- - E-esteban...

Susurra en mi oído para luego bajar sus besos húmedos a mi cuello y levantar mi camiseta poco a poco. Sus manos al deshacerse de la prenda se dedican a dejar delicadas caricias en mi piel desnuda, mientras por mi parte en medio de toda la emoción del momento me dirijo a su pantalón para empezar a desabrocharlo, sacarlo y tirarlo lejos. Él hace lo mismo con los míos y finalmente tiro su camiseta lejos para luego unirnos nuevamente en un fogoso beso, al igual que nuestros cuerpos rozando nuestros duros miembros por encima de la tela.

La fricción que se hace sobre esa zona hace que se calienten aun más nuestros cuerpos, el aumento de la velocidad hace que terminemos el beso para poder sacar los suspiros y gemidos, pero aprovecha la oportunidad para morder todo mi cuello y clavícula. En estos momentos soy un manojo de gemidos pero no era suficiente, quiero más, estoy desesperado; bajo mi mano a su miembro y lo masturbo lentamente logrando escuchar nuevamente sus sensuales gruñidos que me vuelven más caliente. Da por entendido que debemos apresurarnos y sin más empieza a prepararme introduciendo primero sus dedos en mi boca para humedecerlos y luego introducirlos en mi entrada, a pesar de la incomodidad es excitante por el simple hecho de que es él quien lo está haciendo.

No pasa mucho tiempo dilatando la zona, mientras me aferraba a su espalda, cuando ya posiciona su duro pene dispuesto a entrar de una sola estocada. Era una sensación demasiado placentera para mí, me estaba haciendo tocar el cielo en medio toda la miseria por la que estábamos viviendo; sus envestidas eran lentas pero fuertes dentro de mí y toda mi pelvis empezaba a llenarse de todo el líquido pre-seminal que brotaba de mi miembro, ya era obvio que me vendría en poco tiempo pero todo pensamiento se esfumaba cuando las embestidas se aceleraban y mis gemidos no paraban de salir. Sin duda este era el mejor sexo que estaba teniendo en mucho tiempo, no sé si era por extrañarlo tanto o realmente hasta había cambiado en ello.

Estaba demasiado caliente y para al menos silenciar un poco mi voz mordí su hombro y arañaba su espalda, no aguantaría más, no después de tocar varias veces mi punto y ya esa presión, ese cosquilleo en mi vientre me lo recordaba.


- - J-jack... ¡Ah! ... M-me vengo...

Solté un fuerte gemido y con unas penetraciones más llegué al clímax manchando mi pecho. Y las paredes de mi interior se contrajeron para amoldarse más a la forma de su miembro pero seguía embistiendo aunque no con la misma facilidad hasta que sentí su caliente y palpitante pene expulsar el semen dentro de mí. Era sumamente cálido en todos los sentidos, me hizo estremecer mientras salía lentamente de mí y se lanzaba a mi costado mirándome directamente, me giré para quedar cara a cara y su brazo se posicionó en mi cintura mientras recuperábamos el aliento. Sus ojos por primera vez en mucho tiempo estaban brillando y sus labios se encontraban tan rojos y provocativos que no pude resistirme y me lancé a besarlos nuevamente.

¿Un Chico En Mi Vida? |ChicoxChico||Yaoi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora